Más allá de sus implicaciones culturales, psicológicas y religiosas, esta industria forma parte de la economía de mercado.
En México la industria funeraria da lugar a un redituable negocio que tiene una clientela asegurada y compite por ganarla a través de un constante ritmo de innovaciones.En pleno auge del capitalismo, la muerte forma parte de la economía de mercado.
La clientela cautiva de este sector de la economía se explica por las 565,000 personas que mueren al año en nuestro país, según datos reportados por el Instituto de Estadística, Geografía e Informática (INEGI) en 2012. Dicha clientela efectúa un gasto promedio de 15,000 pesos por este concepto. El valor total del mercado se estima en 8,475 millones de pesos. Este sector de la actividad económica está dominado por las agencias funerarias como prestadoras de servicios, pero incluye a productores de urnas y ataúdes, fabricantes de velas, compañías dedicadas a la elaboración y venta de monumentos de piedra, mausoleos, hornos crematorios y equipos para salas de embalsamamiento. Cabe mencionar, por supuesto, la venta de espacios en panteones.

