Los cadáveres eran disueltos en ácido para limpiar los huesos…
Los rituales mortuorios varían enormemente de cultura en cultura. Quizá entre los más extraños se encuentre el practicado por los habitantes del antiguo sitio de Khonkho Wankane, en los Andes de Bolivia, donde arqueólogos recientemente descubrieron que los cuerpos eran disueltos en químicos hasta obtener sólo los huesos.
Fundado a finales del siglo 1 d.C., el centro ceremonial de Khonkho Wankane, en las cercanías del lago Titicaca, cubría siete hectáreas y constaba de tres templos, varias plataformas, una gran plaza central y algunas casas circulares.
Investigando las ruinas de una habitación, entre 2005 y 2007, un grupo de científicos halló objetos inesperados, como 972 piezas óseas (pequeños fragmentos de pies, manos, dientes, y rodillas) de al menos 25 personas diferentes y bloques de óxido de calcio o cal. Una fina capa de yeso cubría los huesos, así como varias vasijas de cerámica y herramientas de hueso de llama encontrados.
Los artefactos sugieren que especialistas procesaban cadáveres en la sala para limpiar los huesos de los difuntos. Cuando la piedra caliza se calienta, libera dióxido de carbono y deja un residuo de óxido de calcio. Al calentarse con agua, este material se vuelve lo suficientemente cáustico y alcalino como para disolver tejido y grasa.
Un análisis isotópico mostró que los huesos hallados en la habitación no pertenecían a locales, sino a personas provenientes fuera de la cuenca del lago Titicaca. Los expertos creen que era común viajar con los familiares difuntos en caravanas de llamas hasta el complejo ceremonial para que fueran extirpados de sus huesos. Una vez limpios, recubiertos de yeso y probablemente pintados, eran utilizados como reliquias.
Los resultados del estudio han sido publicados en la revista especializada Antiquity.

