Pánico en el aire por avión accidentado.
El 29 de diciembre de 1972 ocurrió uno de los mayores desastres aéreos en la historia de Estados Unidos. El vuelo 401 de Easter Airlines, procedente del Aeropuerto Internacional John F. Kennedy, en Nueva York, con destino a Miami, sufrió un accidente y se desplomó en la zona de Everglades, Florida. De acuerdo con las indagaciones especializadas, estuvo provocado por la desactivación no intencional del sistema de piloto automático. De los 163 ocupantes, sólo sobrevivieron 75; la gran mayoría murió al instante y un par de ellos poco después. Por el número de muertos, fue el segundo accidente más grave en la aviación estadounidense de su tiempo. El acontecimiento recibió una amplia cobertura mediática y sentó el precedente para el uso de nuevas medidas de seguridad en el tráfico aéreo.
Pero el suceso no quedaría ahí. A los pocos meses el personal de la línea aérea reportó haber visto en sus propios aviones los fantasmas del capitán Robert Loft y del ingeniero de vuelo Donald Repo realizando diversas acciones: sentados en posiciones de mando o reparando algún desperfecto menor de la nave. Algunos pasajeros se quejaron de la presencia de un hombre inoportuno o enfermo que luego desaparecía. Estos fenómenos se buscaron explicar con el rumor de que algunas partes del avión accidentado se habían usado como refacciones en naves activas donde precisamente aparecían los fantasmas. Esos rumores eran falsos, porque todo el avión fue desechado.

