Esta área es considerada una de ?las más embrujadas? de Estados Unidos
Entre el 1 y 3 de julio de 1863, en el contexto de la Guerra Civil de Estados Unidos que enfrentaba a los estados de la Unión contra los Confederados del Sur, se libró una de las batallas más sanguinarias de este conflicto fratricida. Su escenario fue Gettysburg, una localidad situada 56 kilómetros al suroeste de Harrisburg, Pensilvania,y concluyó con una aplastante victoria de los estados de la Unión. El saldo fue terrible: 23,000 unionistas heridos (3,100 muertos) y 28,000 por el bando confederado (4,500 muertos). En noviembre de ese año el terreno fue establecido como cementerio nacional y con esa ocasión el presidente Abraham Lincoln, líder de los vencedores del norte, pronunció un célebre discurso en el que invitó a realizar un esfuerzo para que esas muertes no fueran en vano. Pasarían dos años más para que la guerra terminara.
En 1895 Gettysburg se convirtió en un Parque Militar Nacional y en 1933 quedó bajo la administración del Servicio Nacional de Parques. Desde la batalla hasta ahora se ha dicho que la zona es un área de fenómenos paranormales asociados a quienes padecieron en ella, y es considerada una de ?las más embrujadas? de Estados Unidos, incluso se le han dedicado volúmenes completos, como Ghosts of Gettysburg Spirits, Apparitions, and Haunted Places of the Battlefield, de Mark Nesbitt (usada como guía por turistas que buscan experiencias paranormales), y existen asociaciones formales dedicadas a su indagación.
El supuesto registro de los fantasmas se extiende a otras localidades cercanas y se apoya en fotografías y videos. En el área boscosa se manifiestan soldados dolientes. En la posada Farnsworth aparece el fantasma de Jennie Wade, mujer que falleció herida por una bala que fue disparada desde allí; y en el hogar de ambas, su hermana Sarah hornea pan y deja siempre el aroma de su perfume floral. Se menciona también la presencia de los indígenas que poblaron originalmente el área, y que en la taberna Herr, la cual durante la batalla sirvió como hospital para los confederados, se escuchan lamentos. En los días de la batalla, se asegura, eran arrojados por la ventana docenas de miembros seccionados en un intento por salvar a los heridos.
Fuente: Ghosts of Gettysburg, de Mark Nesbitt