Un fuego masivo arrasó con la historia que vivía en el Museo Nacional de Río de Janeiro, la noche del domingo 2 de septiembre, donde el fuego y el humo se adueñaron del sitio. Los bomberos trabajaron para apagar el incendio en el recinto cultural, ubicado en Brasil, el cual es considerado el centro de historia natural más antiguo de América Latina y el quinto mayor museo del mundo en cuestión de acervo, que incluye colecciones de animales disecados, utensilios indígenas, momias y fósiles.
En un comunicado, el museo dijo que el siniestro comenzó alrededor de las 19:30, hora local, por causas aún desconocidas, cuando ya había cerrado las puertas al público. No se reporta ninguna persona lesionada. Los cuatro guardias de seguridad que permanecían en el edificio cuando comenzó el incendio lograron salir a tiempo.
En este momento el fuego está devorando al museo nacional de la UFRJ en Río, Brasil. El patrimonio perdido es incalculable. Eso pasa cuando se corta el presupuesto a las instituciones públicas. Teléfono para Argentina pic.twitter.com/oQm08mCwPM
— Niqo Cabrera (@cabrera_niqo) September 3, 2018
En una declaración vía Twitter, el presidente de Brasil, Michel Temer dijo que era “un día triste para todos los brasileños”. “Se han perdido 200 años de trabajo, investigación y conocimiento”, agregó Temer.”El valor de nuestra historia no se puede medir por el daño al edificio”.
Incalculável para o Brasil a perda do acervo do Museu Nacional. Foram perdidos 200 anos de trabalho, pesquisa e conhecimento. O valor p/ nossa história não se pode mensurar, pelos danos ao prédio que abrigou a família real durante o Império. É um dia triste para todos brasileiros
— Michel Temer (@MichelTemer) September 3, 2018
¿Qué contiene el museo?
El museo, que una vez sirvió como residencia para la familia real portuguesa, celebró su 200 aniversario a principios del 2018. Además, conservaba 20 millones de artefactos en áreas como antropología biológica, arqueología, etnología, geología, paleontología y zoología, según su sitio web.
Fundado en 1818 y creado por el rey Juan VI, en sus instalaciones se encontraba la mayor biblioteca científica de Río de Janeiro y su acervo arqueológico estaba compuesto por más de 100 mil objetos provenientes de diversas civilizaciones de América, Europa y África, desde el Paleolítico hasta el siglo XIX. Muchas de sus colecciones también provenían de miembros de la familia real de Brasil.
Por su parte, Roberto Robadey, portavoz del departamento de bomberos, dijo que 80 bomberos trabajaron para apagar el incendio y que algunas piezas se habían salvado. Lamentablemente la falta de presión en dos tomas de agua fue lo que retraso la extinción del incendio, el cual se logró apagar gracias al agua utilizada de un lago cercano.
“Pudimos eliminar muchas cosas desde adentro con la ayuda de los trabajadores del museo”, dijo a la BBC.
Las trágicas pérdidas del Museo Nacional de Río
Conectado a la Universidad Federal de Río de Janeiro, el museo tiene exposiciones que incluyen antropología, arqueología y paleontología, entre otros. Pero durante el siniestro algunas de las piezas y colecciones más sobresalientes fueron dañas.
Luzia
En 1975, durante una investigación encabezada por la renombrada arqueóloga Annette Laming-Emperaire, al interior de la cueva de la Lapa Vermelha en el estado de Minas Gerais, fueron encontrados el cráneo y huesos de una mujer primitiva. Se trató de una fémina que murió entre los 20 y 25 años de edad. Sus restos son los más antiguos que se han descubierto en Brasil, según el sitio web del museo.
El verdadero nombre del fósil es Lapa Vermelha IV Hominid I, aunque sus descubridores la bautizaron como Luzia en honor a Lucy, el esqueleto de Australopithecus afarensis que había sido hallado solo un año antes, en Etiopía.
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El meteorito de Bendegó. Uno de los más grandes del mundo
Otra de las piezas más valiosas de la colección del museo era el Bendegó, el más grande meteorito jamás encontrado en Brasil. Este gigantesca roca fue hallada en 1784 en el estado de Bahía en el siglo XVIII, el cual pesa más de cinco toneladas.
El geólogo Renato Cabral Ramos explicó al medio brasileño de ciencia UOL que, por estar constituido de metal, el meteorito puede resistir temperaturas que alcanzan los 10 mil grados centígrados.
Sin embargo, el diario Folha de São Paulo reportó que gran parte del edificio se había derrumbado, por lo que la localización de este objeto entre los escombros podría dificultarse.

Colección de arqueología egipcia
Con más de 700 piezas, la colección de arqueología egipcia del Museo Nacional estaba considerada como la más grande de América Latina y la más antigua del continente. Parte de su acervo estaba conformado por momias humanas y una pequeña colección de animales disecados como gatos, peces y cocodrilos.
La mayor parte de las piezas ingresó en el acervo del museo en 1826, cuando el comerciante Nicolau Fiengo trajo de Marsella una colección de antigüedades egipcias que perteneció al famoso explorador italiano Giovanni Battista Belzoni.

Acervo paleontológico (fósiles y esqueletos)
La primera réplica de un dinosaurio jamás montada en Brasil era otro de los atractivos principales del Museo Nacional. La réplica del maxakalisaurus, un herbívoro de nueve toneladas y 13 metros de largo, tenía una sala sólo para él. El dinosaurio vivió hace unos 80 millones de años en la región del Triángulo Minero.
Además, de acuerdo con el catálogo del museo, este recinto poseía uno de los más significativos acervos paleontológicos de América Latina con un total de 56 mil ejemplares y más de 18 mil registros.

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Una tragedia cultural para la historia
El subdirector del museo, Luiz Fernando Dias Duarte, comentó para la cadena de televisión brasileña TV Globo:
“Todo el mundo quiere ser un apoyo ahora. Nunca tuvimos el apoyo adecuado”, dijo. Él lo llamó una “tragedia cultural”.
Brasil ha tenido problemas para salir de una de sus peores recesiones en décadas. De acuerdo con medios brasileños, desde 2014 la institución no recibía los más de US$128 mil dólares anuales destinados por el gobierno para su conservación y restauración, lo que permitió que algunas paredes del edificio se encontrarán agrietadas y descarapeladas. Además de que algunas conexiones eléctricas se observaban al descubierto.
Dos teorías de la causa
Varios medios brasileños reprodujeron este lunes las teorías que podrían esclarecer las causas del desastre. El ministro de Cultura, Sérgio Sá Leitão , habló de dos líneas de investigación: la caída de un pequeño globo aerostático y un cortocircuito, según el diario brasileño Folha de Sao Paulo.
En Brasil, este tipo de globos son llamados “baloes” y se utilizan durante las fiestas “juninas”, una celebración tradicional que se realiza a mitad de año en algunas ciudades del país.
Respecto al posible cortocircuito, este se podría haber generado en el laboratorio audiovisual del museo.
“Parece que el fuego comenzó por encima, en lo alto, y fue bajando”, comentó Leitão, en Radio Eldorado, una estación del diario brasileño Estadao.