Los parajes extraños nos llaman mucho la atención. Cuando algo está fuera de lo normal, casi instintivamente, vamos hacia ello. A veces, los sitios más inusuales nos hacen sentir una mezcla de miedo y curiosidad, otras nos paralizan y otras, en cambio, nos hacen gracia. Estas islas te causarán una de esas reacciones ya sea por su fauna, por su peculiar historia o por sus espeluznantes leyendas.
Okunoshima, Japón
Situada en el Mar Interior de Seto, en la prefactura de Hiroshima, fue utilizada entre 1929 y 1945 por el ejército nipón para fabricar 6,000 toneladas de gas venenoso que utilizó como arma química en China durante la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, su bélico pasado ha quedado atrás y hoy en día es visitada debido a los miles de conejos silvestres que deambulan la isla.
Algunos creen que son descendientes de los conejos utilizados para experimentos que fueron liberados al terminar la guerra. Otros, piensan que fueron traídos por estudiantes en 1971. Independientemente de su origen, hoy gozan de un hábitat libre de predadores naturales (es ilegal lastimarlos), por lo que son bastante mansos y se acercan a los visitantes quienes a menudo les dan de comer.
Poveglia, Italia
A pesar de estar localizada en la Laguna de Venecia, junto a uno de los destinos turísticos más relevantes del mundo, esta pequeñísima isla de menos de siete hectáreas está inhabitada. Se rumora que está embrujada.
Durante el siglo XIV, fue disputada por los venecianos y los genoveses y todavía muestra huellas de haber sido fortificada. Posteriormente, durante el siglo XVIII, se utilizó como una estación de cuarentena para evitar la propagación de la peste. Se dice que los moribundos se confundían con cadáveres y muchos eran enterrados o quemados con vida. Se estima que más de un millón de personas murieron ahí, por lo que se le apoda la isla de los muertos.
Durante el siglo XX la isla se convirtió en un hospital psiquiátrico donde se rumora ocurrieron terribles experimentos, incluyendo trepanaciones y lobotomías. Se dice que el propio director de la institución fue llevado a la locura por los fantasmas que ahí moraban, aventándose de la torre más alta. En 1960, fue clausurada y ahora es propiedad de una familia adinerada. Actualmente está cerrada a los visitantes.
Islas flotantes de los Uros, Perú
En el lago Titicaca, se encuentran las islas artificiales construidas por el pueblo ancestral de los uros, cuya cultura predata al imperio inca. Los islotes son realizados a base de totora; planta que es tejida hasta dar forma a plataformas flotantes sobre las cuales construyen sus viviendas, las cuales constan de una sola habitación. Sobre estas islas también se alzan corrales para la cría de animales, como cuyos y aves, así como iglesias, escuelas y locales comunales. A partir de la década de 1940, se han convertido una importante atracción turística.
Isla Hashima, Japón
Alguna vez uno de los sitios más densamente poblados del planeta, la isla ahora se encuentra abandonada. También conocida como Guankanjima, se encuentra en la prefactura de Nagasaki. Entre 1887 y 1974, la isla de poco más de un kilómetro cuadrado estuvo habitada por los trabajadores de su mina de carbón y sus familias. Hoy en día, se encuentra cubierta de edificios en ruina y desde 2009 una pequeña parte está abierta al público. Ha sido escenario de varias películas.
Big Major Cay, Bahamas
En el archipiélago de Exuma, formado por más de 360 cayos, se encuentra una pequeña isla que, a pesar de estar deshabitada, goza de un gran atractivo turístico: cerdos.
Decenas de cochinos, grandes, pequeños y de diversos colores, llaman la playa su hogar. Se rumora que fueron llevados ahí por un grupo de marineros, quienes planeaban regresar a comerlos. Sin embargo no lo hicieron y ahora prosperan en la isla caribeña. Otros creen que su origen es un mero truco para atraer turistas, pues visitantes acuden al lugar a nadar con ellos (sí, los cerdos nadan) y darles de comer.
Isla de las Muñecas, México
En 1987, las chinampas o islas artificiales que dan lugar a los más de 160 kilómetros de canales de Xochimilco, en la Ciudad de México, fueron nombradas patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Entre ellas, hay una que destaca por su espeluznantes leyenda: La isla de las muñecas.
Cientos de muñecas usadas, a menudo decapitadas o desmembradas, adornan el pequeño islote, dándole una apariencia macabra. Durante 50 años, fue propiedad de Julián Santana. Se rumora que aquel hombre ermitaño utilizaba las muñecas para ahuyentar el espíritu de una joven que había fallecido ahogada en aquel lugar. En 2001, el propietario fue hallado muerto, supuestamente ahogado en el mismo sitio que aquella joven que lo atormentaba.
Actualmente, la chinampa es un lugar de gran afluencia turística.
Isla Sentinel del Norte, India
En el archipiélago de las Islas Andamán, en el Golfo de Bengala, se encuentra una isla de aproximadamente 72km2, hogar de aproximadamente 400 personas: la tribu indígena de los sentinelenses.
Este grupo rechaza el contacto con otras personas y permanecen entre las últimas tribus sin ser influenciadas por la civilización moderna. Debido al denso bosque que cubre la isla, es imposible observarlos de manera aérea y los intentos por comunicarse con ellos han sido poco exitosos. Son conocidos por disparar flechas a los helicópteros y barcos que se acercan demasiado a su costa.

