El atleta afroamericano rompió un récord y obtuvo cuatro medallas de oro ante la indignación del líder nazi
Hace 83 años, durante los Juegos Olímpicos que se celebraban en Berlín en 1936, el atleta afroamericano de Estados Unidos, Jesse Owens, ganaba su cuarta medalla de oro con un récord mundial en relevos 4 x 100.
Adolfo Hitler tenía la intención de utilizar esas Olimpiadas como escaparate de la supuesta supremacía aria. Sin embargo, Owens lo contrarió cuando ganó las pruebas de 100 y 200 metros lisos, salto de longitud y la mencionada carrera de relevos.
Hitler asistió a las pruebas deportivas casi todos los días y los atletas alemanes obtuvieron diversas victorias. Pero el líder nazi, quien se dice tenía previsto estrechar la mano a todos los vencedores, abandonó el estadio con gesto contrariado antes de felicitar a los deportistas de color.
Mito o no, la Alemania nazi lideró el medallero y Owens obtuvo cuatro medallas de oro, además de otros atletas de color que también consiguieron preseas. Protocolo o no, Hitler sólo saludó personalmente a los primeros ganadores de los Juegos (se dice que ya no lo hizo ante una solicitud, debido a que un invitado de honor del Comité Olímpico Internacional no debe saludar a los vencedores). Esto sucedió antes de que Cornelius Johnson, atleta de color estadounidense, fuera laureado con medalla de oro en salto de altura. Owens compitió durante el segundo día y fue cuando ganó los 100 metros lisos.
Según declaraciones que Owens realizó a The Pittsburgh Press el 24 de agosto de 1936: “Hitler tenía controlado su tiempo tanto para llegar al estadio como para marcharse. Sucedió que debía irse antes de la entrega de medallas de los 100 m. Pero antes de que se fuera yo me dirigí a una transmisión televisiva y pasé cerca de él. Él me saludó y yo le correspondí. Creo que es de mal gusto criticarle si no estás enterado de lo que realmente pasó”.
Sin embargo, la fotografía de ese suceso no se tiene.