Durante la década de 1970, la CIA experimentó con un pequeño vehículo aéreo no tripulado (VANT) espía llamado Insectothopter como una forma discreta para recopilar información: una libélula espía.
La Guerra Fría estaba en pleno apogeo y la Oficina de Investigación y Desarrollo de la Agencia Central de Inteligencia de los Estados Unidos (CIA) había desarrollado un dispositivo de escucha en miniatura.
En forma de libélula llevaba un micrófono con el objetivo de usarlo para espiar objetivos remotos.
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¿Cómo debía funcionar?
Según una descripción de la CIA, se suponía que la libélula espía funcionaba:
- Un rayo láser dirigido a una tira bimetálica en la cola del insecto guiaba al dispositivo.
- Ese mismo rayo láser actuaba como un enlace de datos para el sensor acústico en miniatura a bordo de la nave.
- Un motor oscilante en miniatura movía las alas.
- Por otra parte, la vejiga de combustible contenía un propulsor líquido que, cuando se mezclaba con un oxidante, generaba empuje adicional.
En condiciones ideales, tenía un alcance de 200 metros y un tiempo de vuelo de 60 segundos.
La CIA publicó imágenes:

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Sin embargo, el dron no maniobró muy bien, como señala IEEE Spectrum:
“Desafortunadamente, incluso la brisa más suave soplaba al Insectothopter fuera de curso. No está claro si la guía láser y el enlace de datos se implementaron alguna vez. En cualquier caso, el Insectothopter nunca voló una misión de espionaje real.”
Sin embargo, décadas más tarde, las libélulas siguen siendo modelos de investigación populares para VANT.
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¿Por qué la forma de libélula espía?
Las libélulas son ágiles aviadores, capaces de volar, planear e incluso volar hacia atrás.
Pueden girar 180 grados en tres golpes de ala. El cuerpo de 6 centímetros de largo del Insectothopter y la envergadura de 9 cm estaban dentro del rango de las dimensiones reales de una libélula.
Además, las libélulas son nativas de todos los continentes, excepto la Antártida, por lo que su presencia no sería notable, al menos en la temporada adecuada.
Las agencias de inteligencia de EE. UU. Estaban tan obsesionadas con el espionaje con drones hace 40 años como lo están hoy en día.
La única diferencia es que en ese entonces, fueron entomólogos y relojeros quienes se encargaron de construir prototipos.
Todo lo que queda del proyecto de la libélula espía, ahora desclasificado, se muestra en el siguiente video de la CIA.

