En el ocaso del siglo XIX, el estadounidense Lyman Frank Baum terminaba un nuevo libro. No era el primero: su carrera como escritor comenzó 13 años antes, en 1886, cuando publicó The Book of Hamburgs, dedicado a la crianza de una variedad de pollos conocida como Hamburgo. Esto muestra la variedad de intereses de Frank del autonombrado “ Historiador Real de Oz ”.
Tenía 40 años y había trabajado lo mismo como vendedor de aceite para automóviles, periodista, actor, productor de teatro, criador de pollos, comerciante de artículos de porcelana y editor de una revista para promover escaparates de tiendas: The Show Window.
Pero ninguno de sus proyectos tuvo éxito y acumuló una larga serie de fracasos. Su compañía teatral estaba en bancarrota y muchos de sus intentos como escritor de ficción terminaban con una carta de rechazo por parte de la editorial; aunque las cosas pronto comenzarían a cambiar. Su incursión en la literatura infantil obtuvo buena respuesta y ahora retomaba un personaje que había aparecido en uno de sus cuentos: una niña de Kansas llamada Dorothy.

De puerta en puerta
Baum nació en Chittenango, Nueva York, y pasó la mayor parte de su infancia al lado de sus nueve hermanos en el rancho de la familia. La mala salud de Frank lo llevó a refugiarse en la biblioteca de su padre, Benjamin Ward Baum, exitoso petrolero que financiaría sus proyectos artísticos. Frank leía con avidez relatos de aventuras y cuentos mientras bocetaba las historias que más tarde disfrutarían niños de todo el mundo.
A los 14 años fue enviado a la Academia Militar Peekskill, en Nueva York, donde pasó 24 meses terribles debido a la dura disciplina y al esfuerzo físico que le exigían. Tras volver deprimido a casa, su padre le compró una pequeña prensa con la que Frank comenzó su primer negocio: un periódico llamado The Rose Lawn Home Journal, donde publicaba artículos, cuentos y poemas.
A los 25, Frank partió a la ciudad de Nueva York a estudiar teatro y su padre le financió su propia compañía. Escribió y actuó en The Maid of Arran, su obra más exitosa, y fue durante esta gira que Baum conoció Kansas, donde ubicaría su novela más célebre.
Sus otras obras no tuvieron éxito y el teatro quebró. Frank, recién casado con Maud Gage, se mudó a Aberdeen, donde abrió una tienda de bisutería que tampoco prosperó. Luego se aventuró a editar su propio periódico, que duró poco tiempo en circulación.
A diferencia de sus contemporáneos, Frank Baum era feminista, en gran parte por la influencia de su suegra, Matilda Joslyn Gage, una activista a favor del voto para las mujeres. Baum publicó varios artículos al respecto en su diario, lo cual le valió muchas críticas: su postura liberal podría parecer contradictoria hoy en día, pues también estaba a favor de la supremacía blanca.
Fue su suegra quien le impulsó a escribir obras de ficción. Así, mientras alternaba trabajos como vendedor de puerta en puerta y editor de revistas, escribía su primer libro para niños: Mother Goose in Prose, un compendio de rimas y relatos infantiles publicado en 1897 y que vendió bastante bien. Esto le impulsó a escribir Father Goose: His Book, un libro de disparates en verso con ilustraciones de William Wallace Denslow, con quien haría una exitosa mancuerna.
El maravilloso mundo de Oz
A fines del siglo XIX EUA adolecía de un folclor particular, por ello Baum se propuso crear su propia mitología: “[…] escribí El Mago de Oz con la intención de complacer a los niños de hoy. Aspira a ser un cuento de hadas moderno, en el que se mantienen la alegría y la fantasía y se suprimen las penas y las pesadillas”, escribió en el prólogo de El Maravilloso Mago de Oz publicado en abril de 1900 e ilustrado por W. W. Denslow.
El libro cuenta las aventuras de Dorothy y su perro Toto, arrastrados por un tornado desde su natal Kansas hasta una tierra mágica, originalmente llamada “Ciudad Esmeralda”, nombre del lugar donde habita el mago que da nombre al libro, pero a los editores no les gustaba el título. Baum confesaría que el nombre del país fantástico, “Oz”, se le ocurrió al ver un gabinete de su archivero marcado OZ.
Baum tenía 44 años cuando se publicó. Dos años después, el propio Baum escribió una adaptación de El Maravilloso Mago de Oz para un musical de Broadway. La obra, que incluía acrobacias y espectaculares números musicales, fue un éxito que creció con la fama de la novela y, en 1904, Baum volvió a la carga con The Marvelous Land of Oz, al cual siguieron Ozma of Oz (1907), Dorothy and the Wizard in Oz (1908), Emerald City of Oz (1910) y The Patchwork Girl of Oz (1913), donde ponía punto final a la saga con una carta, escrita por la propia Dorothy (en ese entonces ya nombrada princesa del mundo de Oz), anunciando que la tierra de Oz se separaba por siempre del mundo real.
De vuelta a Oz
A pesar de los millones de fanáticos que le demandaban retomar la historia, Frank Baum, harto del mundo de Oz, recuperó su antiguo amor por las artes escénicas y montó The Fairylogue and Radio-Plays, que incluía lecturas dramatizadas y proyección de cortometrajes y diapositivas. El show fue bien recibido, pero la taquilla quedó muy por debajo de los altos costos de producción y Baum cayó de nueva cuenta en bancarrota.
La crisis obligó al autor a vender los derechos de sus libros, incluido El Maravilloso Mago de Oz. Esto orilló a Baum a revivir su creación y a publicar, cada año hasta el día de su muerte, un nuevo libro de Oz, que aparecía siempre en invierno.
Las novelas fueron un éxito de ventas, lo que le permitió a Baum incursionar en el cine. Fundó su propia compañía, The Oz Film Manufacturing Company, que cerró tras un año, aunque esta vez, precavido tras sus fracasos económicos, no invirtió un centavo.
Escritor incansable, Frank Baum participó también en la literatura de aventuras y ciencia ficción, pero la mayoría de esos trabajos los publicó con seudónimo. Su serie más popular, Aunt Jane’s Nieces, la firmó como Edith Van Dyne; otros de sus alias fueron el capitán Hugh Fitzgerald, John Estes Cooke y Laura Bancroft, entre otros.
En sus últimos años, Baum, autonombrado “Historiador Real de Oz”, respondía cartas de sus lectores. Tras un infarto, su salud menguó hasta su muerte, en 1919. Su última novela, Glinda of Oz, se publicó de manera póstuma, aunque la saga no terminó ahí: se escribieron hasta 40 libros más por otros autores. Aunque la mayoría de estas novelas son hoy piezas raras, El Mago de Oz se mantiene como uno de los títulos más reconocidos de la literatura infantil. El León Cobarde, el Hombre de Hojalata, el Espantapájaros, Toto, Dorothy y otros seres fantásticos forman parte imborrable del folclor de EUA.
El mago en el cine
El Mago de Oz ha sido llevada al cine en innumerables ocasiones, la primera de ellas fue en 1910 con un cortometraje producido por Selig Polyscope Company, a la cual siguió un largometraje producido por Chadwick Pictures en 1925, donde el papel del Hombre de Hojalata fue interpretado por el famoso comediante Oliver Hardy, de la pareja conocida como El Gordo y el Flaco.
La más célebre de todas las versiones cinematográficas es la dirigida por Victor Fleming en 1939, la cual ganó el Oscar a Mejor canción por “Over the Rainbow”, interpretada por la protagonista de la cinta, Judy Garland.
La compañía de Frank Baum, The Oz Film Manufacturing Company, produjo en 1914 His Majesty, the Scarecrow of Oz, la cual es reconocida hoy en día como una valiosa pieza de cine mudo y puede verse gratuitamente en internet. La historia del mago también llegó a la televisión con varias versiones, entre las que destaca la caricatura japonesa Ozu no Mahôtsukai, con duración de 52 capítulos realizados entre 1986 y 1987 y que fue luego distribuida en varios países, incluido México.
Datos curiosos
- Publicó 55 novelas (además de cuatro novelas perdidas), 83 cuentos y más de 200 poemas. Escribió 14 libros del mundo de Oz divididos en dos series: la de Oz y la de Las historias de los pequeños magos. Varias de sus novelas pueden ser leídas de forma gratuita en el proyecto literario gutenberg.org.
- Escribió, dirigió y actuó en obras de teatro y fundó su propia compañía cinematográfica.
- Tras su muerte, sus lectores fundaron la All Things Oz Historical Foundation, que realiza anualmente un festival en la ciudad natal de Frank Baum, Chittenango, en el estado de Nueva York.