Esta es la historia que rodea al diamante Hope, cuyos dueños han sufrido tragedias más allá de lo ordinario.
El diamante Hope, también conocido como diamante azul o joya del mar, es una de las gemas más espectaculares del mundo, con un intenso color azul marino y un peso estimado en más de 45 quilates. Con el tamaño de un nogal, la piedra preciosa vale más de $250 millones de dólares. Sin embargo, son pocos quienes quisieran poseerla, pues se dice que está acompañada de una terrible maldición.
¿Cuál es la maldición del diamante Hope?
Según la leyenda, el diamante originalmente adornaba el tercer ojo de la diosa Sita en un templo de la India. De ahí, un corrupto sacerdote hindú lo robó y, como castigo, sufrió una lenta y agonizante muerte.
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Tras ser descubierto en las minas de Golconda, cerca del río Kistna al sureste de la India, la joya llegó a Europa en 1692 en las manos de un comerciante francés quien lo vendió al rey Luis XVI por una fortuna. Aquel comerciante posteriormente fue mutilado a muerte por una manada de perros salvajes.
¿Qué hay detrás del diamante azul?
El diamante permaneció con la familia real francesa hasta que fue robado en 1792, durante los primeros años de la Revolución Francesa. El rey Luis XVI y María Antonieta, ambos decapitados, a menudo son considerados las víctimas más célebres de la maldición del brillante.

En 1839, el político y mecenas inglés Henry Thomas Hope adquirió la joya. Tras la muerte de Hope –de quien el diamante obtuvo su nombre popular–, la gema perteneció a una larga lista de dueños, algunos de los cuales cometieron suicidio, fueron asesinados, se hallaron en bancarrota, fracasaron en sus matrimonios, perdieron la razón o cayeron en adicciones.
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Sin embargo, al analizar la historia del diamante, su maldición se vuelve menos misteriosa, pues la gran mayoría de las personas sufren una desgracia en algún punto de sus vidas. La probabilidad de que la ‘maldición’ se lleve a cabo es aún mayor, ya que incluye no solo al dueño del tesoro, sino también a sus amigos y familiares.
¿Es cierta la ‘maldición’ del diamante Hope?
En realidad, la maldición del diamante Hope no fue más que una historia sensacionalista inventada por reporteros a finales de 1800. De hecho, la mayoría de las tragedias atribuidas al brillante no son más que rumores sin comprobar.
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Aun así, es probable que la supuesta maldición haya llegado a su fin, pues únicamente el poseedor de un corazón puro, quien regalara (en lugar de vender) la joya, podría romper el hechizo. Esto sucedió en 1958, cuando el joyero estadounidense Harry Winston donó el brillante al Instituto Smithsoniano, donde puede ser visto hasta la fecha.

