En tan solo ocho años, la peste negra mató a cerca del 60% de la población europea, de Oriente Medio y de África del norte.
Fue uno de los eventos pandémicos más terribles de la historia y, por ende, uno de los más estudiados hasta la fecha. La pandemia de peste negra que diezmó a gran parte de la población europea en la Edad Media surgió de Asia Central, específicamente en el actual Kirguistán, según un estudio que pone fin a un misterio de más de 670 años.
Gracias al ADN humano extraído de restos de un sitio funerario del siglo XVI en el norte de Kirguistán, los investigadores encontraron la fuente. Los descubrimientos se publicaron el miércoles en la revista Nature, con lo cual se pondría fin a un debate muy extenso entre historiadores.
Cómo llegó la peste negra a Europa
La epidemia de peste negra llegó a Europa a través de la cuenca mediterránea, en 1346, a través de los barcos de mercancías desde el Mar Negro. En tan solo ocho años, la “muerte negra” mató a cerca del 60% de la población europea, de Oriente Medio y de África del norte.
A lo largo de 500 años, la epidemia desapareció y volvió a aparecer en oleadas. Hasta ahora, una de las pistas más mencionadas sobre su origen era China, pero no había ninguna prueba suficiente que respaldar dicha teoría.
“Siempre estuve fascinado por la peste negra, y uno de mis sueños era resolver el misterio de sus orígenes”, explicó el historiador especialista de catástrofes Phil Slavin, uno de los autores del estudio, en rueda de prensa.

La peste negra vino de Asia, específicamente de Kirguistán
Slavin, profesor de la universidad de Stirling (Escocia), conocía la existencia de dos sitios funerarios medievales cerca del lago de Issyk-Kul en Kirguistán, que fueron explorados a finales del siglo XIX.
Un centenar de las casi 400 lápidas tenían fechas precisas, entre 1338 y 1339. El epitafio mencionaba una “muerte por pestilencia” en siríaco.
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Esos indicios indicaban una sobremortalidad anormal en el seno de una comunidad, siete u ocho años antes de que la peste negra llegara a Europa.
Para hallar la causa de los decesos, los investigadores obtuvieron el ADN de las dentaduras pertenecientes a siete esqueletos de dichas sepulturas.
“La pulpa dental es una pista apreciada, porque es una zona muy vascularizada que ofrece grandes probabilidades de detección de patógenos en la sangre”, explicó a la AFP Maria Spyrou, de la universidad alemana de Tubingen, otra autora del estudio.
Bacteria Yersinia pestis, el bacilo responsable de la peste negra
Después de muchos esfuerzos, los expertos secuenciaron el ADN y luego lo compararon con una base de datos que contenía el genoma de miles de bacterias.
Fue de esa manera que encontraron que los cuerpos habían sido infectados con la bacteria Yersinia pestis, bacilo responsable de la peste negra.
Esta comunidad fue, por lo tanto, víctima de la misma pandemia que luego golpeó a toda Europa años más tarde.

Los análisis del génoma de Yersinia pestis revelaron además que se trataba de una cepa ancestral de la bacteria, la que se halla en la base del “árbol genético” de la peste.
Los científicos asocian precisamente la aparición de la peste negra en Europa a un “Big Bang” genético durante el cual las bacterias que eran la cepa original de la peste, transportadas por las pulgas de roedores, se diversificaron masivamente. Ese acontecimiento ocurrió en la primera mitad del siglo XIV, informa AFP.
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Las cepas descubiertas en Kirguistán se hallan “en el corazón de esa diversificación masiva”, lo que indica que esa región del Cáucaso fue punto de partida, explica Maria Spyrou.
“No solamente hemos hallado el ancestro de la muerte negra, sino también el de las cepas de peste que circulan actualmente por el mundo” añadió Johannes Krause del Instituto Max Planck.
¿Hay reminiscencias de la enfermedad en la actualidad?
Los roedores que viven actualmente en esa región de Tien Shan son portadores de una cepa de la bacteria muy cercana a las de las víctimas humanas de 1338-1339.
Los habitantes de esa zona eran comunidades cristianas, muy diversas étnicamente (mongoles, uigures…), que comerciaban a larga distancia. Esto se puede saber por los objetos funerarios hallados en la región: perlas del Pacífico, corales del Mediterráneo, vestidos de seda…
“Vivían en el corazón de las rutas de la seda, seguramente viajaron mucho, lo que contribuyó a la expansión de la epidemia a través del Mar Negro”, añadió Phil Slavin.
La peste no ha podido ser erradicada en su totalidad, pues miles de personas la contraen, en particular en Asia central. En las montañas del Tien Shan las marmotas constituyen el principal reservorio animal de la enfermedad.
Sin embargo, gracias a los antibióticos y proyectos de higiene, la pandemia es un fenómeno limitado.
Con información de AFP.
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