El descubrimiento del ‘astronauta’ de Pakal dentro del Templo de las Inscripciones y la poca información que se tenía sobre los glifos mayas dio pauta a interpretaciones dudosas.
Por Luis Eduardo Carmona Rosales
Viajeros del tiempo, astronautas, adivinos del futuro… Estos son algunos de los nombres que se les ha acuñado a una de las civilizaciones mesoamericanas más importantes de la historia. Producto de argumentaciones faltas de lógica, y de un afán de utilizar la sabiduría ancestral de un pueblo para adecuarla a alguna teoría absurda, la pseudociencia y sus practicantes se han encargado a lo largo de los años de manchar el nombre y la memoria de diversas culturas, en un intento de utilizarlos para dar sustento a sus propias agendas.
En esta ocasión, revisaremos el caso de la lápida del ‘astronauta’ de Pakal, la cual fue víctima de una de las interpretaciones que más revuelo y desinformación ha provocado en el público con respecto a la cultura maya y sus prácticas funerarias. Dando origen al conocido ‘astronauta de Palenque’, esto a la larga traería consecuencias negativas con las que investigadores e historiadores aún tienen que lidiar.
Más contexto: Qué significa la lápida de Pakal, el «astronauta maya» de Palenque
El comienzo del ‘astronauta’ de Pakal

Después de que el arqueólogo Albert Ruz Lhuillier descubriera el sarcófago de K’inich Janahb’ Pakal dentro de la cámara funeraria del Templo de las Inscripciones en el año de 1952, comenzaron a formularse diversas teorías sobre el simbolismo de la lápida, su función en la jerarquía social y la interpretación de todos los elementos del templo en conjunto.
Fue así como en el año de 1968, se publicaría uno de los primeros libros que mencionaría dicha teoría y que daría impulso a uno de los principales autores que pertenecen a la rama de la pseudociencia. El libro, escrito por el autor suizo Erich von Däniken, se titula Recuerdos del futuro.
En dicha obra, Däniken formula y trata de defender su hipótesis, la cual reza que la religión de varias civilizaciones de la antigüedad les fueron reveladas por criaturas extraterrestres, quienes a su vez les otorgaron conocimientos tecnológicos avanzados. Es en este contexto donde entra nuestro explorador cósmico, ya que, en el libro, Eric propuso que lo que en realidad muestra la lápida no es un gobernante, sino un astronauta alienígena:
“En 1968, el excéntrico suizo Erich von Däniken publicó su obra más vendida Recuerdos del futuro, que incluía una ilustración de la tapa del sarcófago de la tumba de Pakal. Däniken creía que la obra de arte clásico maya de Palenque representaba a un antiguo astronauta, o un extraterrestre que visitó la Tierra solo para ser deificado por los mayas”.
Dentro de este contexto, los conocimientos que se tenían acerca de la lectura de los jeroglíficos y las dinastías a las que pertenecía dicha edificación aún no se concretaban, por lo que algunas cosas estaban abiertas a la interpretación. Este vacío fue aprovechado por varias personalidades para plantear que la figura central de la lápida no era un gobernante maya, sino un astronauta extraterrestre.
Lee más sobre la cultura maya: Jacinto Canek, el líder maya que murió liberando a su pueblo del dominio español
Aprovechando los datos arqueológicos (fuera de todo contexto histórico)
El libro de Erich fue un éxito de ventas. Personalidades como el escritor y ufólogo ruso Alexander Petrovitch Kazantsev, y el autor New Age americano José Argüelles apoyaron su planteamiento, por lo que la lápida en este punto pasó a convertirse en un objeto de estudio sagrado para todas las pseudociencias que seguían y practicaban el mayanismo. Con la llegada del movimiento New Age en los años 70, y un gran foco de atención,
‘El astronauta de Palenque’ comenzó una bola de nieve que permitió que las interpretaciones pseudocientíficas alcanzaran nuevos horizontes, siendo una de las principales repercusiones la concepción actual que se tiene en torno a la civilización maya en lo que refiere al potencial que tenían como cultura.
Algunos de los argumentos que incluso se siguen citando hasta día de hoy en páginas que hacen artículos sobre el ‘astronauta’ de Palenque van desde la diferencia de su altura con respecto a las características generales de los mayas, hasta la mención de su identidad extranjera y súbito ascenso al poder durante su adolescencia:
“Estas afirmaciones, según el novelista, se comprueban porque el cadáver hallado tenía una estatura de 1.70, lo cual no corresponde con las características generales que se han estudiado de los antiguos mayas, pues éstos no rebasan, en su mayoría, el 1.50 de altura”.
Algo interesante de este periodo es que, para estas alturas, los estudios sobre la ciudad de Palenque y los jeroglíficos hallados en el Templo de las Inscripciones habían avanzado considerablemente. Por lo tanto, para seguir sustentando sus aseveraciones, Alexander Kazantsev y Erich von Däniken recurrieron a la uso y malinterpretación de la información que había sido obtenida y posteriormente publicada después de haberse realizado los respectivos estudios por parte del equipo de arqueólogos involucrados en el proyecto de Palenque.
Más sobre mitología maya: 5 bestias mitológicas que acompañaron la creación del ser humano en el Popol Vuh
El poder creativo del ser humano

En un artículo publicado por Eduardo Matos Moctezuma en la revista Arqueología Mexicana, el historiador concluye el texto con una cita que pone en cara la naturaleza de las exageradas formulaciones que dichos “expertos” realizaron sobre la conocida lápida del ‘astronauta’ de Pakal:
“Se trata de personas ignorantes que, como ocurre en muchas ocasiones niegan el poder creativo del hombre y acuden a ideas extravagantes e irreales sin valor científico para interpretar a su manera lo que es, simplemente, obra del hombre y de su pensamiento ancestral”.
Dentro del ámbito de la disciplina de la Historia, existen ciertas reglas que uno debe seguir a la hora de realizar hipótesis sobre el objeto de estudio (en este caso un sitio arqueológico). Las más importantes son evitar caer en anacronismos, y siempre tener en mente el “depende”.
¿Por qué el depende?, pues porque esto considera todo el panorama, o bien contexto, en el que se encontró el artefacto, pasando desde su historia, función social, etc. Habiendo repasado esto, es evidente que los “expertos” que comenzaron y prolongaron esta teoría se dejaron llevar por su contexto histórico e ideologías, errores fatales para todos aquellos investigadores y trabajadores allegados a la Historia.
Leyendo las formulaciones que se realizaron desde la perspectiva pseudoarqueológica, es imposible evitar sonreír ante las descripciones que realizaron sobre la lápida de la tumba de Pakal, mencionando desde que se trataba de un viajero del tiempo, hasta entrar en una descripción detallada en donde se aseveraba que el hombre vestía un traje de viajero cósmico moderno. La realidad es que, sin entrar en teorías elaboradas y de dudoso sustento, la lápida del ‘astronauta’ de Pakal cuenta una historia mucho más interesante, que versa sobre la importancia que tenían los soberanos mayas, en la perpetuación de la eternidad.
Más sobre arqueología mexicana: Así vivió el gobernante maya Ajpach ‘Waal, según sus huesos
La realidad supera a la ficción

La lápida funeraria de K’inich Janahb’ Pakal es sin duda uno de los tesoros del Periodo Clásico. Nos muestra el renacimiento de Pakal, personificando al dios K’awiil, quien representaba al dios de la agricultura y del maíz.
Se nos cuenta la historia de su ascenso al plano celestial, donde comenzaría recostado en el centro del universo, para luego descender al inframundo para allí albergar a la entidad divina dentro de sí. Habiendo hecho esto, comenzaría su ascenso hacia el plano celestial, ayudado por el propio K’awiil y el dios bufón, llamado Hu’unal, ambos representados como una serpiente bicéfala.
La lápida del ‘astronauta’ de Pakel claramente muestra el profundo simbolismo que contiene sobre la cosmovisión maya. No obstante, cuando consideramos otros aspectos de su construcción, como el contexto histórico, así como aspectos no explorados de dichas formas de representación, esta adquiere un valor mucho más profundo.
Dentro del Periodo Clásico, este tipo de representaciones fueron utilizadas para reforzar el linaje dinástico ante la población. Esto cobra mucho mas sentido dentro de la historia de Pakal, ya que fue concebido en un tiempo que convulsionó al señorío de B’aakal (Palenque). Si bien fue muy respetado y querido por su gente, el recurrir a este tipo de representaciones servía para afianzar su poder, así como para buscar una estabilidad política y la legitimación de su poder frente a su pueblo y otras poblaciones contendientes.
Una de las cosas que no se menciona mucho, es la razón de por que renace personificando a K’awiil. Los gobernantes mayas, siendo conductos de lo sagrado, tenían la capacidad de albergar o ser poseídos por entidades divinas. Agregando que sus dioses compartían la naturaleza cíclica y mortal del ser humano, esta representación simboliza el comienzo de un nuevo ciclo, simbolizando al gobernante como encarnación del tiempo y de su paso.
A Luis le gusta investigar, indagar en lo desconocido de la historia, así como contar sus propias historias. Es historiador, conferencista, escritor y guionista.
Sigue leyendo:
El plan que tienen ecólogos mexicanos para salvar a miles de jaguares del Tren Maya
México recupera uno de sus tesoros mayas después de pasar medio siglo en EEUU

