Shudo se traduce como “el camino del joven hombre”. Consistía en las prácticas homosexuales entre un hombre joven y su maestro samurái.
Desde el periodo medieval hasta el final del siglo XIX, el shudo (abreviatura de wakashudo) fue una práctica común y vista con normalidad entre la sociedad samurái de Japón. Shudo se puede traducir como “el camino del joven hombre”. Consistía en las prácticas homosexuales entre un hombre joven y su maestro, a modo de despertar sexual, peor sobre todo para inculcarle valores como la honestidad y la virtud.
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El shudo buscaba crear guerreros arrojados, rudos, siempre a la sombra del maestro. Por ello, el nenja (el tipo de mayor edad) debía tomar bajo su cobijo al wakashü (el joven aprendiz) y mostrarle la realidad del mundo, incluyendo la sexualidad. Era una forma de mostrar sumisión al código del honor samurái y un respeto por la figura del maestro.
Pero detrás de esta práctica, realmente se escondía un pensamiento bastante misógino. El objetivo primordial del shudo era evitar que el primer contacto sexual de los hombres fuera con mujeres, ya que podían adquirir “hábitos femeninos” o “feminizarse”. El guerrero debía ser todo menos dócil o sensible, atributos considerados exclusivos de la mujer.
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Un poco de antecedentes: el nanshoku
Sin embargo, para entender a profundidad el shudo, debemos explorar antes un concepto nacido del budismo chino y luego importado a Japón, el nanshoku (literalmente “colores masculinos”). Aunque el término (también pronunciado danshoku) se ha utilizado para referirse a la homosexualidad masculina entre un hombre mayor y un joven, su origen se encuentra en la religión.
El nanshoku se refería a una relación entre dos monjes y el término fue importado a Japón por los monjes que estudiaron el budismo en China. En el nanshoku, un monje más joven, normalmente prepúber (llamado chigo), pasaba a estar bajo el ala de un monje mayor (llamado nenja). Cuando el chigo crecía, la relación nanshoku entre ambos terminaba y el nenja podía buscar otro acólito.
Para entender el pensamiento del nanshoku, hay que decir que el budismo y el sintoísmo difieren del cristianismo en cuanto a las opiniones sobre la sexualidad en general y la homosexualidad en particular.
La homosexualidad estaba relativamente aceptada en la época precristiana en las culturas griega y romana, el cristianismo vino a señalar la homosexualidad como un pecado, ya que solo concebía al sexo como un medio para la reproducción.
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El pensamiento de los samuráis respecto al nanshoku
La mayoría de los samuráis fueron educados con principios budistas, a menudo en monasterios. Al conocer el origen budista del nanshoku, es fácil adivinar por qué los samuráis lo adoptaron para darle forma al wakashudo.
El periodo Edo se convirtió en la época dorada del wakashudo, con muchas obras literarias famosas dedicadas a él. El Denbu Monogatari nos muestra a un grupo de hombres que debate, mientras se bañan en un río, sobre cuál es mejor: el amor de los hombres o el de las mujeres.
El nanshoku provocaba la casi total ausencia de mujeres en la vida de los samuráis, lo cual era una ventaja en los periodos de guerra, donde los samuráis luchaban sin las distracciones que provocaba el sexo opuesto.
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