Aquel vuelo histórico estuvo a punto de terminar en tragedia; voló en piloto automático
Hace 50 años, la mañana del 12 de abril de 1961, Yuri Gagarin esperaba ser enviado al espacio en un cohete de 30 metros de alto, Vostok 1, desde la zona de pruebas de Tyuraman, Kazajstan, en lo que hoy es el cosmódromo de Baikonur. El piloto de pruebas tenía 27 años y medía 1.57 metros de altura; fue seleccionado entre 19 candidatos.
Gagarin durante el histórico viaje de 108 minutos (era el primer hombre que salía al espacio) no tuvo control sobre la nave. Como eran desconocidos los efectos de la gravedad, voló en piloto automático, es decir controlado desde la base soviética, ante el temor de que se desorientara y quedara incapacitado; sólo recibió, en un sobre sellado, los códigos que le permitirían de ser necesario guiar la nave de modo manual.
Ingirió alimentos procesados en tubos y mantenía informado al centro de control sobre su estado con una radio de alta frecuencia y un teclado telegráfico. Pero la travesía estuvo a punto de convertirse en desastre. Durante el retorno, los cables que unían a la cápsula con el módulo de servicio no se separaron, por lo que la nave reingresó a la atmósfera con una carga extra; al interior, la temperatura comenzó a elevarse a niveles peligrosos y la cápsula comenzó a dar vueltas, las sacudidas eran tan fuertes que Gagarin casi pierde la conciencia, eso duró unos diez minutos, hasta que los cables se quemaron y el módulo quedó libre; antes de que la cápsula tocara suelo, Gagarin se lanzó en paracaídas y aterrizó cerca del río Volga, en la provincia siberiana de Tajtarova.
Cuenta una anécdota que cuando una campesina lo vio caminando con su traje naranja, le preguntó si venía del espacio. A lo que el cosmonauta respondió:
-Pero no se alarme, soy soviético.
Eso fue hace medio siglo. La misión, al final, se había cumplido.