Gracias a Ataúlfo Morales, el mango mexicano es más carnoso, huele más rico y tiene más sabor que otras especies producidas en diversas partes de Asia.
Cuando empieza a hacer calor, hay pocas cosas tan disfrutables como picar fruta, ponerle chamoy y comérsela antes de sentarse a la mesa. Pasa en todos los hogares mexicanos: a la hora de la botana, no puede faltar jícama, zanahoria, pepino y sandía. Sólo los más conocedores también agregarán mango. A pesar de su apariencia natural, esta fruta no sería como la conocemos sin la intervención de Ataúlfo Morales: el ingeniero que logró optimizar su parte comestible para que pudiéramos, literalmente, sacarle más jugo.
Ataúlfo Morales: el hombre detrás del mango contemporáneo

No se conservan muchas fotografías del maestro del mango. Nacido en Chiapas, le debemos a Ataúlfo Morales el hecho de que la fruta que conocemos hoy en México tenga esa forma estilizada y fina, que optimiza el área total de aprovechamiento de la fruta. A diferencia de la otras especies —como el Manila—, el mango Ataúlfo tiene menos hueso y más ‘carne’, de manera que hay más producto que podemos aprovechar para comer.
En 1948, el ingeniero logró esta modificación por la vía genética. Aunque al día de hoy se desconoce el árbol genealógico —por lo que no se tiene registro de quiénes son los progenitores de la fruta—, este mango fue producto de una hibridación natural. Además, es innegablemente de origen mexicano, y desde su creación fue aceptado en los mercados internacionales.
A pesar de que el grueso de la producción mundial todavía está en Asia —con un aplastante 77 % de la cosecha en todo el mundo—, el mango Ataúlfo ha ganado popularidad por su sabor y jugosidad. A diferencia de otros tipos, el nuestro tiene un peso promedio de 350 gramos por pieza, es singularmente dulce y carnoso.
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De México para el mundo

No hay sensación más sabrosa que entrar a un mercado y oler los puestos de fruta. En la mayoría de ellos, cuando empieza a hacer más calor, huele a mango. Incluso ese goce se lo debemos a Ataúlfo Morales, el ingeniero chiapaneco que pensó en optimizar el gusto, coloración y olor de la fruta veraniega por excelencia en México.
De acuerdo con EMEX, la temporada de mango empieza en febrero y se extiende hasta agosto. Sin embargo, conforme las temperaturas se hacen más cálidas, la fruta se hace más grande y aprovechable. En la actualidad, 10 estados de la República Mexicana producen mango en estos meses.
En la actualidad, México exporta hasta 370 mil toneladas del producto de manera internacional. Principalmente a Japón, Estados Unidos y Canadá. Nada de esto sería atractivo para el exterior sin la aportación de Ataúlfo Morales: el hombre que prefirió sacarle más jugo al mango.
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