Dificultades para articular bien sus palabras y relacionarse en general: la comunicación de los niños se ha visto afectada por la pandemia.
La educación a distancia ha sido la solución para sobrellevar las dificultades académicas que la pandemia por COVID-19 ha traído sobre el mundo. A nivel global, las dinámicas del aula presencial tuvieron que migrar, a marcha forzada —y casi a tientas—, a las plataformas digitales hace poco más de año y medio. A pesar de que la virtualidad ha sido un sustituto valioso, en la actualidad, la comunicación entre niños de preescolar y primaria ha sufrido estragos.
De acuerdo con un estudio conducido por la Universidad de Yale en Estados Unidos, las habilidades de socialización entre niños que apenas están iniciando la primaria han flaqueado en los meses de encierro. A falta de contacto en persona con sus compañeros, les está costando trabajo reintegrarse a la ‘nueva normalidad‘. Éstas son algunas de las consecuencias que están empezando a observarse.
Sin sonrisa: ¿la contraparte del uso de cubrebocas?

Cuando estalló la crisis sanitaria por COVID-19, la vida tuvo que reorganizarse de golpe. De pronto, los espacios y los límites de la vida se restringieron a las paredes de la casa. Los ritmos tuvieron que ajustarse a las posibilidades que ofrece virtualidad, nada más. Sin embargo, con la distribución y acceso a las vacunas existentes, poco a poco estas medidas rígidas han empezado a distenderse.
Cuando los niños de primara temprana y preescolar han tenido que reintegrarse a sus clases de manera presencial, se han enfrentado a nuevos obstáculos de desarrollo. Entre los más graves, de acuerdo con los científicos de Yale, son problemas de habla. Aunque el estudio todavía tiene que revisarse por pares, los investigadores aseguran que parte del problema es el uso constante de cubrebocas.
Nunca antes se había observado este fenómeno, porque no se había registrado una generación de personas tan jóvenes usando constantemente un recubrimiento facial. Sin embargo, es una realidad que los niños están presentando dificultades para articular bien sus palabras, hablar entre sí, y relacionarse en general.
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¿Un obstáculo generalizado?

El estudio ha generado controversia porque, a pesar de que muchos niños ya están siendo vacunados, las medidas sanitarias para contener la propagación del virus tienen prioridad todavía. A pesar de ello, la Organización Mundial de la Salud está cuestionando qué tan necesario es que los estudiantes de preescolar y primaria usen cubrebocas, ya que está obstaculizando su aprendizaje académico y de relacionamiento con otras personas.
Algunos detractores de este estudio aseguran que éste no será un problema de largo plazo, en especial para niños con habilidades cognitivas ‘normales’. Sin embargo, de acuerdo con la cobertura de Popular Science, el uso generalizado de cubrebocas “puede causar dificultades a los niños que ya tienen problemas del habla u otras condiciones que afectan la comunicación”.
“Una vez que los niños tienen más de dos años, no hay preocupación de que una mascarilla interfiera con su desarrollo socioemocional, del lenguaje o cognitivo“, explica Diana Riser, profesora de psicología del desarrollo en la Universidad Estatal de Columbus en Georgia. A pesar de ello, los niveles de ansiedad infantil se han disparado en los últimos meses en el país, ya que los niños se acostumbraron a quedarse en casa.
Con el miedo a contagiarse a flor de piel, y los obstáculos nuevos a los que se enfrentan al estar en un salón de clases, los niños están arrojando nueva luz sobre los estragos de los encierros masivos. Sin embargo, los investigadores de Yale son concluyentes al resaltar que, si los rebrotes son lo suficientemente severos, todos los niños necesitan usar cubrebocas.
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