Existen 12 características comunes a los dinosaurios, que los distinguen de la diversidad amplia de animales prehistóricos.
Cuando pensamos en los dinosaurios, posiblemente el que se nos venga a la mente es el Tiranosaurio rex. Sus fauces temibles y dimensiones colosales abarcan la referencia inmediata. Más allá de eso, es común pensar que todos los animales prehistóricos también son dinosaurios, como si fueran sinónimos. Sin embargo, no es el caso: la gran diversidad de especies extintas que deambularon por nuestro planeta hace miles de millones de años reciben categorías y nombres diferentes. Aquí te explicamos porqué.
Diversidad prehistórica

La Tierra ha sido hogar para una variedad amplia de organismos. Para entenderlos mejor a nivel científico, a lo largo de los años biólogos y paleontólogos han creado categorías bajo las cuales acomodan a cada animal. Esta división se realiza con base en sus características físicas —ya sean huesos, forma y demás—, y se denomina taxonomía: “la ciencia de clasificación de los animales vivos y extintos”, según la definición de Britannica.
La historia de esta ciencia empezó en el siglo XVIII, cuando científicos europeos empezaron a ordenar los restos fósiles que encontraban. Después de siglos de registros, hoy sabemos que no todos los animales prehistóricos eran dinosaurios. Por el contrario, ellos pertenecieron a una fracción —significativa, pero no total— de todos los demás animales y especies vegetales que vivieron en la Prehistoria.
Así es: las plantas prehistóricas tampoco son dinosaurios. De acuerdo con National Geographic, “se trata de un superorden específico de arcosaurios, un grupo de animales cuyos únicos representantes vivos son los crocodilios y las aves”. Por ello, la apariencia física de un animal prehistórico no es suficiente para denominarlo como un dinosaurio. Por el contrario, su anatomía es lo que lo define como tal.
Te sugerimos: ¿Es posible revivir a los dinosaurios a partir de su ADN?
Entonces, ¿qué es un dinosaurio?

De acuerdo con la Universidad de Virginia, existen 12 características que los seres vivos antiguos deberían de cumplir para ser considerados como un dinosaurio. De manera general, se considera el cráneo, las extremidades, la zona del pelvis y las vértebras. Sin embargo, de manera general, hay tres condiciones que un animal debe de cumplir para haber sido un dinosaurio:
- Los dinosaurios eran seres terrestres, a excepción de las aves.
- Las extremidades deben de estar en la parte inferior del cuerpo, ya que esta posición en la pelvis les permitía moverse mejor.
- Los dinosaurios eran animales diápsidos: es decir, tenían dos fosas temporales en el cráneo. Éstas corresponden a los huecos para los ojos.
En el caso de las aves prehistóricas se ha hecho una excepción. Efectivamente, los animales alados en aquel pasado remoto también son dinosaurios. A diferencia de otras especies, desarrollaron plumas para protegerse de sus agresores sexuales. Sin embargo, conservaron otras características que los reúnen bajo esta categoría taxonómica.
Visto de otra manera, las aves prehistóricas no son reptiles, como otros dinosaurios lo eran. De hecho, existe la categoría de “dinosaurios no aviares“, para hacer la distinción de aquellas especies que sí podían volar. Por lo demás, tortugas, serpientes, lagartos y otros reptiles extintos fueron dinosaurios terrestres. La diversidad es tan amplia y vasta, que se estima que no conocemos ni siquiera la mitad de especies que dominaron alguna vez nuestro planeta.
Sigue leyendo:
Dinonegacionistas: así son las personas que aseguran que los dinosaurios no existieron
Quetzalcoatlus, así era el dinosaurio volador más grande de la Tierra

