México es un país que está en la orillas de diversas placas tectónicas, las más importantes son la placa de Cocos y la placa de Norteamérica. También está ubicado en el llamado “Anillo de Fuego”, una área en forma de herradura alrededor de los bordes del Océano Pacífico, desde Australia a los Andes, donde el 90% de todos los terremotos ocurren.
1. ¿Por qué tiembla tanto en México?
México está emplazado en una zona de alta actividad sísmica. Aunque los estudios en esta área son relativamente recientes, se cuenta con registros de grandes movimientos telúricos desde la época prehispánica gracias a los códices Vaticano Ríos, Aubin y Telleriano; y durante la Colonia, por cuenta de cronistas españoles como Bernardino de Sahagún, quien reporta varios sismos que ocurrieron en la zona central de la entonces Nueva España.
Más tarde, entrado el siglo XX, la instalación de la primera red de sismógrafos y la fundación del Servicio Sismológico Nacional permitieron ahondar en el conocimiento del subsuelo así como fijar zonas de riesgo sísmico. Una de las más importantes, debido a que en ella se producen muchos de los grandes temblores, es el Litoral del Pacífico mexicano.
Ahí, la fuerza ejercida en direcciones opuestas entre las placas de Cocos y Norteamericana ha generado una zona de subducción, que va desde las costas de Jalisco a la frontera con Guatemala. Hasta principios de la década de 1980 esa franja fue el epicentro de diversos sismos: más de 40 temblores con magnitudes arriba de 7.0 Mw (Magnitud de Momento) y otros seis superiores a 8.0 Mw sacudieron al país. En 1932, por ejemplo, en las playas jaliscienses se desencadenó un terremoto de magnitud 8.2, el mayor registrado por el SSN.
El origen de muchos de esos sismos estuvo en la acumulación de energía en las placas tectónicas, que al liberarse ocasionó el desplazamiento de éstas. Con base en catálogos sísmicos se constató que la energía era expulsada en intervalos de alrededor de 35 o 40 años.
En la Ciudad de México, en particular, ocurre un fenómeno de amplificación de las ondas sísmicas debido al terreno fangoso sobre el que está situada, el cual aumenta en ciertas zonas hasta 400 veces el impacto.
2. ¿Puede ocurrir un temblor de más de 8.0 Mw?
Aunque es cierto que no se puede predecir la magnitud de un temblor ni cuando va a ocurrir, por los registros históricos que se tienen hasta el momento se estima que lo máximo que podría presentarse es una magnitud de 8.6. Esto porque a partir de recuentos históricos y estudios de paleosismología del Servicio Sismológico Nacional (SNN) se sabe que ocurrió un sismo de dicha magnitud en 1787 en las costas de Oaxaca. Sin embargo, no se sabe si hubo uno mayor mucho tiempo antes.
Desde que el SSN comenzó a dar servicio en 1906 el temblor más alto registrado en México fue de magnitud 8.2 y abarcó las costas de Jalisco y Colima en 1932. Para que un sismo de más de 9.0 Mw ocurriera, se necesitaría en la zona de subducción de México una longitud de ruptura de ~1,200 km, lo que implicaría que se rompiera toda el área de la placa de Cocos, la cual se encuentra subduciendo bajo la placa de Norteamérica.
3. ¿Se sigue utilizando la escala Richter?
La magnitud local era comúnmente conocida como escala Richter y fue propuesta en 1935 por Charles F. Richter. En un principio fue usada para calcular la magnitud de los sismos que ocurrían en California y después fue calibrada para poder usarse en distintas partes del mundo.
Sin embargo, para calcularla se necesitaban instrumentos específicos y por sus limitaciones intrínsecas dejó de usarse; fue reemplazada por otras escalas más generales como la Magnitud de momento (Mw), la cual es más confiable y la que se usa actualmente por las agencias dedicadas a la detección de sismos.
4. ¿Por qué ahora se mide la magnitud y no la intensidad?
Antes los terremotos eran descritos en términos de su intensidad, es decir, se basaban en las observaciones sobre los daños en edificios y estructuras. También en los efectos del movimiento del terreno tales como fracturas, grietas y deslaves. El problema era que si un movimiento telúrico se originaba a poca profundidad podía producir intensidades muy altas causando grandes destrozos en regiones pequeñas.
Pero dado que los temblores son provocados por fracturas al interior de la corteza terrestre, se puede representar de forma más precisa a través de la medición de la energía liberada por el fenómeno, es decir, de su magnitud, independientemente del daño causado.
El concepto de magnitud se basa en que las amplitudes de las ondas sísmicas dependen de la energía liberada del epicentro. Ésta se determina a partir de los registros obtenidos por los instrumentos. Su estimación es compleja, por ello su cálculo requiere de por lo menos los primeros 15 minutos después de que ocurrió el temblor.
La magnitud del momento (Mw) puede utilizarse para todo el rango de tamaños de terremotos, incluso para aquellos por encima de 9.5.
Fuentes:
- http://www.redalyc.org/html/618/61851598004/
- http://www.ssn.unam.mx/divulgacion/preguntas/#no-se-pueden-predecir-sismos
- http://www.cires.org.mx/

