Estudio revela que las áreas del planeta con mayor biodiversidad de ellos son las que están en mayor riesgo
En la actualidad múltiples factores ponen en riesgo a las poblaciones de anfibios en el planeta. Más del 30% de todas las especies aparecen clasificadas como amenazadas en la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza.
Pero un nuevo estudio, enfocado en conocer la distribución de las condiciones que los acechan y cuyo autor principal es el doctor Christian Hof, de la Universidad de Copenhague, Dinamarca, advierte que las zonas con más diversidad de anfibios son las más proclives a sufrir una o más amenazas.
La investigación, publicada en Nature, señala que los factores más peligrosos para los anfibios son el cambio climático, el uso del suelo y la quitridiomicosis, enfermedad infecciosa causada por un hongo. Estos factores se presentan en ocasiones de manera conjunta, lo que puede disminuir las poblaciones más rápido de lo que se pensaba.
El estudio encontró que las regiones que más sufren el calentamiento global (debido a su morfología y fisiología los anfibios son muy sensibles al clima, por lo que éste los afecta de manera especial, además muchas especies dependen del agua o de condiciones de humedad) coinciden con las más afectadas por el cambio en el uso del suelo (se están destruyendo, degradando y fragmentando los hábitats naturales que los anfibios necesitan para sobrevivir).
La quitridiomicosis, por su parte, se presenta de manera aislada y con escasa influencia del cambio climático en su virulencia. Esta infección, causada por el hongo Batrachochytrium dendrobatidis, afecta a la piel de los anfibios, un órgano muy importante para su respiración y otras funciones fisiológicas.
Más de dos tercios de la diversidad global de los anfibios se encuentran fuertemente afectados por, al menos, una de las tres amenazas consideradas.
Para estudiar la distribución de los factores amenazantes los investigadores realizaron modelos a partir de los datos de la ‘Evaluación Global de Anfibios’, cifras del cambio climático del IPCC, predicciones del futuro impacto de la quitridiomicosis y perspectivas del cambio de uso de suelo de la ‘Evaluación de los Ecosistemas del Milenio’.
Los autores estudiaron a 5,527 especies de anfibios, pero su valoración fue global, no particular de cada una. “Con nuestro estudio no podemos predecir un riesgo de extinción específico para cada una de ellas, pero sí definir las regiones que tienen más probabilidad de ser amenazadas en el futuro”, explica el doctor Hof. Los investigadores concluyen que los esfuerzos para la conservación de especies tienen que priorizarse en función de la localización tanto de las amenazas como de la biodiversidad, para lo que es necesaria más investigación básica acerca de la distribución de los anfibios, su sensibilidad a las amenazas y las interacciones entre los factores de riesgo.