Investigadores rusos descubren una bacteria milenaria enterrada bajo kilómetros de hielo antártico
Investigadores rusos descubren una bacteria milenaria enterrada bajo kilómetros de hielo antártico. El microorganismo fosilizado fue extraído, con los esfuerzos de ingenieros y la perseverancia de los científicos, de las profundidades del lago Vostok; el lago sub-glaciar más grande que se conoce.
El año pasado, el equipo del Instituto de San Petersburgo logró perforar casi 4Km de hielo hasta alcanzar la superficie del lago Vostok. La capa congelada que cubre al lago tiene una antigüedad paleoclimática de 400 mil años. Se cree que el lago en sí ha estado aislado entre 15 y 25 millones de años, por lo que científicos suponían debía albergar vida desconocida.
No se equivocaban, tras extraer muestras del agua y eliminar las impurezas, encontraron ADN que no coincidía con la base de datos global. Una bacteria en especial llamó la atención por poseer material genético con menos del 86% de similitud con los demás organismos existentes.
En 1956, el gobierno ruso creó la Estación Vostok, de donde el lago obtiene su nombre, en una de las regiones más inhóspitas de la Antártida. La temperatura más baja jamás registrada fue aquí, en 1983, con unos gélidos -89ºC. Las lecturas sísmicas sugerían un cuerpo líquido debajo del hielo, más no fue hasta 1990 que científicos ingleses, con ayuda de un radar, pudieron determinar la extensión del lago.
El cuerpo de agua dulce tiene un área de 15 mil Km2 enterrada bajo 4mil metros de hielo. Es equiparable en tamaño al Lago Baikal en Siberia o al Lago Ontario en Norteamérica. Se encuentra a aproximadamente 500 metros bajo el nivel del mar y cuenta con una profundidad de 800 metros. Su estado líquido es posible gracias a que el hielo que lo cubre actúa como una cobija aislante; guarda el suficiente calor para mantenerlo derretido.
El lago Vostok mantiene un ambiente confinado en condiciones parecidas a las que los teóricos describen existe en el océano congelado de Europa; la luna de Júpiter.