El cambio climático podría provocar que una gran parte de Siberia, Rusia sea habitable para 2080.
En un estudio del Centro de Investigación Federal Krasnoyarsk de Rusia y el Instituto Nacional Aeroespacial de Estados Unidos se analizó cómo responderá Siberia a diferentes escenarios de calentamiento y así determinar cuánto más del territorio será apropiado para la ocupación humana.
Siberia: tierra gélida
Siberia es una zona que va desde los montes Urales hacia el Océano Pacífico y ocupa el 77 % de la superficie terrestre de la Federación Rusa. Sin embargo, sus habitantes representan sólo el 27 % de la población del país y se concentran a lo largo de la zona forestal del sur, con un clima confortable y suelo fértil.
“Las migraciones humanas en el pasado se han asociado con el cambio climático. A medida que las civilizaciones desarrollaron una tecnología que les permitió adaptarse, los humanos se volvieron menos dependientes del medio ambiente, particularmente en términos de clima”, mencionó Elena Parfenova, autora principal de la investigación.
Gran parte de la tierra en Siberia está formada por permafrost (permahielo). Este es un suelo que mayormente ha estado congelado durante miles de años. En caso de que aumenten las temperaturas globales, esta tierra podría descongelarse y ser más adecuada para actividades como la agricultura y la ganadería.

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Unos grados hacen la diferencia
Para el análisis se utilizaron los escenarios climáticos establecidos por el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC). Combinaron modelos de circulación con escenarios climáticos proyectados, para luego calcular las temperaturas previstas de Siberia en enero y julio, hasta la década del 2080.
Los resultados mostraron que las temperaturas de enero —bajo un cambio climático severo— podrían aumentar en más de nueve grados centígrados. Mientras que las temperaturas de julio podrían aumentar en casi seis grados centígrados. Bajo un leve cambio climático, esto podría ser de 3.4 grados y 1.9 grados centígrados, respectivamente.
“Nuestras simulaciones mostraron que para la década de 2080, la Rusia asiática tendría un clima más suave. El permafrost cubrirá un menor superficie, disminuyendo del 65 al 40 %”.
Sin embargo, el desarrollo adecuado de esa zona depende de las políticas sociales, políticas y económicas de las autoridades. Las tierras con infraestructura desarrollada y alto potencial agrícola serán pobladas primero.
“Las vastas extensiones de Siberia tienen una infraestructura poco desarrollada. La velocidad de estos desarrollos depende de las inversiones en infraestructura y agricultura, que a su vez dependen de las decisiones que deben tomarse pronto”.
Con un clima más cálido, Siberia podría convertirse en el centro de la civilización rusa. Sin embargo, de acuerdo a las investigadoras, esto no debe ser un aliciente para evitar combatir el cambio climático, sino una advertencia de las consecuencias.
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