La caza furtiva debe terminar
Un tribunal en Tanzania ha condenado a dos hombres chinos a 30 años de prisión cada uno tras ser declarados culpables de posesión ilegal de 706 colmillos de elefante, según información de medios locales. Es el último veredicto entregado en el desmantelamiento de la caza furtiva en la región, y es una de las condenas más severas establecidas hasta ahora.
"Teniendo en cuenta la evidencia … y la enorme pérdida que la nación ha sufrido por la matanza de 226 elefantes, es obvio que los acusados son una amenaza real para la población de elefantes", dijo el juez de Cipriano Mkeha en su fallo, al periódico local The Citizen.
Los dos hombres entraron en el país en 2010 disfrazados como importadores de de ajo y de productos marinos, antes de ser detenido en 2013 con cientos de colmillos escondido en bolsas de ajo. Basándose en el botín, los abogados del estado calcularon que habían matado al menos 226 elefantes durante los tres años que estuvieron activos.
Xu Fujie y Huang Gin también fueron encontrados culpables de tratar de sobornar a agentes de policía y del departamento nacional de vida silvestre y fueron condenados a cinco años adicionales de prisión por ese cargo.
Se les ha dado la opción de pagar una multa récord de 54.3 millones de chelines tanzanos ($25 millones de dólares) cada uno para evitar la cárcel, pero sus abogados dicen que planean apelar al veredicto con la esperanza de que sean liberados.
Teniendo en cuenta el reciente y duro enfoque contra los cazadores furtivos, es poco probable que la corte sea suave con ellos. Entre 2009 y 2014 en Tanzania, la población de elefantes se redujo de 110,000 a alrededor de 43,000 – una disminución del 60%. Los impresionantes decrementos coinciden con un aumento de la caza furtiva, la mayoría de los cuales suceden para satisfacer la demanda de marfil e ingredientes de la medicina china inusuales.
Y los elefantes no son las únicas víctimas, con la disminución de las poblaciones de rinocerontes después de un aumento de 9,000% de la caza furtiva masiva entre 2007 y 2014 sólo en Sudáfrica.
Todo esto no sólo es terrible para el ecosistema, sino también un golpe a la economía de Tanzania, que se basa principalmente en el turismo de vida silvestre, lo que llevó a que el presidente John Magufuli buscara sancionar las actividades ilegales.
La buena noticia es que la presión también proviene de la "demanda" de la cadena de suministro, con un informe que muestra que el precio del marfil de elefante en China se ha reducido a la mitad en los últimos 18 meses, frente a los $2,100 dólares por kg a $1,100 dólares.
Esto es en parte gracias a un acuerdo entre el presidente chino, Xi Jinping, y Barack Obama para trabajar juntos en detener el comercio de marfil, y es una gran noticia, porque la detención de los asesinos de animales es una cosa, pero hasta que la gente no deje de gastar cantidades exorbitantes de dinero en productos de origen animal, siempre habrá otros cazadores furtivos esperando para reemplazar a los que fueron arrestados.
Esperemos que este tipo de cambio a gran escala ayude a proteger la vida silvestre de la caza furtiva en el futuro, ya que con las tasas de muerte actuales, sólo tenemos unas pocas décadas antes de que nuestros animales preferidos desaparezcan para siempre.