Comienza la cuenta regresiva para que inicien las obras de rehabilitación y mantenimiento que realizará la Comisión Nacional del Agua (Conagua) al Sistema Cutzamala y, con ellas, las afectaciones a los habitantes de la Ciudad de México y del Estado de México, por el corte al suministro de este líquido, el cual se realizará a partir del 31 de octubre.
Aunque solo serán unos días, esta situación nos obliga reflexionar sobre la cada vez mayor escasez de agua en varias partes del mundo, problema que debemos de enfrentar de inmediato si queremos sobrevivir como sociedad.
¿Se quedó sin agua total Ciudad del Cabo?
A principios de este año se anunció que Ciudad del Cabo, la segunda urbe más grande de Sudáfrica, estuvo a punto de convertirse en la primera ciudad en quedarse sin abastecimiento de agua potable. Fue gracias a diversas estrategias llevadas a cabo por sus ciudadanos y a la oportuna llegada de las lluvias que el temible ‘Día Cero’ (D0) como lo llamaron las autoridades municipales nunca llegó; se esperaba que el 21 de abril se cerrarían los ductos de distribución y el líquido empezaría a ser racionado, pues se calculaba que las reservas estarían al 13.5% de su capacidad, siendo imposible de satisfacer la gran demanda.
Para añadir un toque más dramático, cada uno de los 200 centros de abastecimiento que se abrirían al público para racionarla a partir del D0 estarían resguardados por la policía y tropas de la Guardia Nacional. Cada familia tendría derecho a recibir únicamente 25 litros por persona. Pero afortunadamente el D0 no llegó a suceder, aunque quedó aplazado de manera indefinida hasta el 2019, y las medidas precautorias continuan vigentes en aquella ciudad.
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Hasta este mes de octubre la restricción municipal en Ciudad del Cabo implicaba que cada uno de los residentes sólo podían usar 50 litros de agua diarios en casa, por lo que habría que emplearla de manera inteligente; por ejemplo, bañarse en tiempo récord y reciclar el líquido residual para evacuar la taza del baño. El cálculo aproximado que propuso el gobierno para racionarla fue el siguiente:
- 18 litros para lavar trastes.
- 15 litros para bañarse.
- 9 litros para evacuar la taza de baño.
- 3 litros para aseo de manos.
- 2 litros para cocinar.
- 2 litros para beber.
- 1litro para hidratar a las mascotas.
La buena noticia es que partir de este noviembre la recomendación es que se podrán utilizar 70 litros por persona –– y aquellos que desobedezcan pagarán multas y la cancelación del servicio ––.
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