Los cuervos son aves sociables, que en ocasiones se asocian con la muerte y los presagios oscuros. Pero esta ave guarda un vínculo con los de su misma especie, incluso después de la muerte. Algunos de ellos, en ocasiones, van un poco más allá: tienen sexo con los cadáveres.
Por este motivo, un grupo de investigadores que estudian a los cuervos americanos (Corvus brachyrhynchos ) tienen algunas respuestas acerca de la manera de actuar de estas aves negras.
Tenemos que documentar el actuar de los cuervos
En abril de 2015, Kaeli Swift, candidata al doctorado en la Universidad de Washington, se encontraba documentando un funeral de cuervos cuando observó por primera vez una actividad sexual inusual, escribió Swift en una publicación para un blog .
En ese momento, ella y John Marzluff, profesor de ciencias de la vida silvestre de la Universidad de Washington y coautor del nuevo estudio, estaban investigando las respuestas vocales que tienen estas aves para encontrar un cuervo muerto, lo que indica una amenaza potencial para los vivos, comentó Swift para Live Science.
Lo que ellos vieron fue un cuervo aparecer de la nada que se abalanzó sobre el ave muerta y disecada, que con un movimiento de alas extendidas intentó tener relaciones sexuales. Esta acción sorprendió tanto a Swift que las siguientes tres primaveras ocupó el tiempo en entender este fenómeno y documentar el comportamiento, comentó:
“Hasta ese momento no era algo que algún investigador hubiera explorado de manera sistemática”, dijo Swift.

El cuervo un ave inteligente
Numerosos estudios han documentado la inteligencia de los cuervos, desde su habilidad para resolver acertijos y uso de herramientas hasta su capacidad para recordar el rostro de las personas que los amenazan.
Esta nueva reacción observada hizo pensar a los investigadores ¿por qué un cuervo viviente querría acercarse a uno muerto y copular?
“Participar tan de cerca con un espécimen muerto conespecífico ––cuando dos o más individuos, poblaciones o taxones pertenecen a la misma especie–– podría exponerte a enfermedades, parásitos o carroñeros”, dijo Swift.
Para el nuevo estudio, los investigadores realizaron una serie de experimentos en cuatro ciudades de Washington, probando 308 pares de cuervos silvestres emparejados. Expusieron ante los cuervos un grupo de aves disecadas muy bien acomodadas; entre las que se encontraron cuervos, palomas y ardillas. Todo con la finalidad de observar si la respuesta de los cuervos eran común a una serie de aves muertas o si era algo específico de su especie.
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¿Qué fue lo que se descubrió?
Los investigadores descubrieron que era más probable que los pájaros graznaran alarmados cuando el cadáver que veían pertenecía a un cuervo, particularmente si el cuervo disecado estaba en una postura muerta en lugar de una postura más realista.
Las aves se acercaron a los cuervos muertos aproximadamente en un 25%, pero solo el 4% inició la actividad sexual, lo que sugiere que el ocultamiento de cadáveres no se practica comúnmente, informaron los autores del estudio.
“Claramente, la mayoría de las aves no se involucran en este comportamiento, y eso sugiere que probablemente haya algún indicador que lo haga indeseable”, dijo Swift a Live Science.
Este extraño comportamiento se da con más frecuencia al comienzo de la temporada de cría. Sin embargo, no ocurre porque los pájaros estén desesperados por encontrar pareja. Swift observó intencionalmente parejas reproductoras de cuervos para el estudio y en dos casos vio cómo ambos acababan participando juntos en una sesión de necrofilia.
Veredicto final
El hallazgo, publicado en junio de 2018 en la revista Philosophical Transactions de la Royal Society B., descartó las hipótesis del alimento y la desesperación por copular. Swift se preguntó si los cuervos confundían el cadáver con un intruso, por lo que usó un cuervo de juguete. Pero la reacción de los animales fue diferente: menos agresividad y no invitaron a otros cuervos a participar.
Los experimentos de Swift sugieren que la época de reproducción dificulta la capacidad de los cuervos de razonar ante un estímulo conflictivo. En lugar de procesar y responder adecuadamente ante algo extraño, las hormonas hacen que respondan con miedo, con agresividad y con sexo.