Uno de los muchos delfines entrenados para encontrar minas submarinas por la marina estadounidense desde los años 60, avisó haber encontrado un aparato explosivo en una zona limpia
Uno de los muchos delfines entrenados para encontrar minas submarinas por la marina estadounidense desde los años 60, avisó haber encontrado un aparato explosivo en una “zona limpia”, para la sorpresa de sus entrenadores, lo que había encontrado era un torpedo tipo Howell, el segundo en su clase que se conoce en el mundo.
El delfín, llamado Spetz y su acompañante Ten, encontraron esta auténtica reliquia, una sensación tecnológica del siglo XIX pues sólo se fabricaron 50 unidades, en Rhode Island entre 1870 y 1889, y su principal avance era ser los primeros en implementar un sistema de seguimiento del objetivo.
Hechos de bronce, podían llegar a dar en el blanco a 365 metros, tomando una velocidad de 46 km/h. El torpedo ya fue rescatado y será restaurado y después exhibido en el Museo de Historia Naval en Washington.
Los delfines cuentan con un peculiar sonar que la ciencia aún no ha podido replicar, aunado a su inteligencia, los ha convertido en “aliados” en las guerras del ser humano. El programa de entrenamiento de delfines concluirá en el año 2017, fecha en que estos mamíferos serán sustituidos por robots.

