El demonio de Tasmania (Sarcophilus harrisii) es el carnivoro massupial más grande del mundo, y desde 1996 ha padecido de la enfermedad de tumores faciales (DFTD, por sus siglas en inglés), por lo que se creía que su población había disminuido y, en consecuencia, estaba en peligro de extinción.
Desde entonces, se calcula que esta rara enfermedad ha terminado con el 80% de la población de estos marsupiales carnívoros.
Pero recientemente, un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Swansea (Reino Unido) explica que es poco probable que este tipo de cáncer vaya a ser el responsable de la desaparición de esta especie. Dicho cáncer se contagia cuando los animales pelean entre sí y uno ellos muerde el rostro del otro.
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Poco a poco, la enfermedad ocasiona la aparición de tumores en la cara y dentro del hocico, seguido de la expansión por todo el cuerpo. DFTD provoca la muerte de los demonios entre seis y 24 meses.
El estudio, a cargo del científico Konstans Wells, recreó dos escenarios para saber qué sucedería entre la interacción del demonio y el cáncer 10 años después de haber surgido la enfermedad.
Los resultados obtenidos demuestran que en 57% de los casos representados en una simulación, la enfermedad desapareció; y en otra, 22% de los tumores permanecieron en los carnívoros por más o menos 100 años. En ninguno de estos dos escenarios la suerte del demonio de Tasmania fue la extinción.
Curiosidades del demonio de Tasmania
- El peso de los machos oscila entre los 7 y los 13 kilos, mientras que las hembras no suelen superar los 9 kilogramos.
- Antiguamente, los demonios de Tasmania vivían a lo largo del continente australiano, pero hoy en día su población ha quedado reducida a la isla de Tasmania.
- Son animales nocturnos, cazan en la noche.
- Su alimentación consiste en pescado, insectos, reptiles, incluso pueden comer carroña.
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