Los dientes metálicos de la cucaracha marina podrían guardar el secreto para la fabricación de nuevos materiales
Existe en la naturaleza un animal que compite con Wolverine y su esqueleto de adamantio; el Chiton. A diferencia del personaje ficticio, este molusco marino es completamente real y posee dientes de magnetita, el material más duro creado por un organismo vivo. Al descifrar el secreto detrás de su sorprendente dentadura, se podrían fabricar nuevos y resistentes materiales.
Durante más de 400 millones de años, el Chiton o cucaracha de agua, ha rondado los océanos, comiendo las algas incrustadas en las rocas con sus fuertes dientes metálicos. Cuenta con cientos de dientes en la lengua, los más viejos en la punta y los más jóvenes en la base, empujando su camino hacia adelante.
La bioingeniera Lyle Gordon, de la Universidad Northwestern en Illinois, se acerca a descubrir cómo es que el molusco crece semejante dentadura. Normalmente, la magnetita (un óxido de hierro empleado en electrónicos y aparatos médicos) requiere de una temperatura y presión extremadamente alta para formarse. Sin embargo, el Chiton logra crearla en el agua de mar, con el poco hierro que obtiene de las algas marinas.
Gordon y sus colegas utilizaron una sonda atómica, que permite determinar la ubicación y la identidad de los átomos dentro de un material, para estudiar al Chiton. Lograron observar la estructura interna de sus dientes, los cuales contienen un gel en el centro. Fibras de carbohidrato forman un andamio que une a iones de carga positiva como el magnesio y el sodio. Estos iones, a su vez, atraen a proteínas con cargas negativas como el hierro, proporcionando una plantilla para la cubierta dental de magnetita.
El modelo de crecimiento dental del chiton podría aplicarse a otras sustancias dando lugar a nuevos materiales, más raros y valiosos que la magnetita.