Tras la inesperada erupción del Monte Ontake el pasado fin de semana, ¿podría seguir el Monte Fuji?
La inesperada erupción del Monte Ontake, el pasado fin de semana, no solo dejó un saldo de 31 muertes, sino un recordatorio de la vulnerabilidad de Japón frente a sus múltiples volcanes activos. (¿Temporada de volcanes?)
Erupción del Monte Ontake:
El Monte Ontake es tan sólo uno de 110 volcanes que alberga el país, incluyendo el Monte Fuji; la montaña más alta de Japón y Patrimonio de la Humanidad según la UNESCO. Cada año, recibe a cerca de 300,000 visitantes. Se considera uno de los 47 volcanes en riesgo de erupción en el próximo siglo, situación extremadamente preocupante debido a que se encuentra a tan sólo 100km de Tokio.
Si bien las autoridades niponas vigilan cualquier señal de actividad volcánica, eventos raros e impredescibles, como la repentina erupción del Monte Ontake que había permanecido inactivo durante 35 años, dejan claro que es imposible predecir la fuerza de la madre naturaleza. (¿Ha despertado el volcán más grande del mundo?)
El Monte Fuji actualmente se encuentra en el nivel uno del Índice de Explosividad Volcánica (IEV), mismo grado que poseía el Monte Ontake antes de que comenzara a lanzar una mezcla mortal de cenizas, rocas y vapor. Una advertencia de nivel cinco requiere la evacuación de los pueblos cercanos, sin embargo, el nivel uno no implica restricciones particulares. Actualmente, el Monte Ontake ha sido elevado a un nivel tres y las personas han sido advertidas de no acercarse.
Además del peligro que representa para quienes viven cerca, la erupción del Monte Fuji podría cortar las principales cerreteras y vías ferroviarias entre Tokio y Osaka, lo que resultaría en una gran problemática para la economía nacional.
Los terremotos en Japón, localizado sobre el lugar de encuentro de cuatro placas tectónicas, pueden desencadenar erupciones volcánicas.
Fue justamente un sismo de magnitud 8.6 en el sur de Japón que desató, el 12 de diciembre de 1707, la última erupción del Monte Fuji. La vehemente explosión lanzó una nube de cenizas y humo de 23km de altura, oscureciendo la ciudad de Edo (ahora Tokio) y creó un nuevo cráter en la ladera de la montaña.
Por ahora, cuatro de los 47 volcanes bajo vigilancia están en nivel de alerta tres, cinco en nivel dos (peligro cerca del cráter), y el resto en nivel uno o clasificados como sin riesgo. Las islas de Miyakejima, Iwoto y Nishinoshima son de particular preocupación para los vulcanólogos de la Agencia Meteorológica de Japón.

