Una serie de terremotos reveló la presencia de un volcán oculto en la Antártida
Terremotos en la Antártida han revelado la presencia de un volcán activo escondido bajo el hielo. El descubrimiento finalmente confirma la actividad volcánica al oeste del continente de la cual muchos sospechaban. Es la primera vez que se descubre magma en acción lejos de la costa.
El hallazgo del volcán oculto fue fortuito. El proyecto de investigación, llamado POLENET, tenía como objetivo estudiar la estructura del manto terrestre; la capa debajo de la corteza. En enero del 2010 y de nuevo en marzo del 2011, terremotos sacudieron el suelo bajo los pies de los investigadores, cerca de la cordillera de Comité Ejecutivo en la región de Marie Byrd.
Los sismos, ocurridos a una profundidad de 20km a 40km bajo la superficie, eran muy parecidos a los detectados bajo los volcanes Alaska y Washington, los cuales se produjeron luego de que el magma, al empujar y abrir nuevos caminos, fracturara la roca. Estos temblores son de especial interés ya que comúnmente preceden una erupción (como en los casos del Monte Spurr y el Monte Redoubt en Alaska).
Si el nuevo volcán de la Antártida hiciera erupción, derretiría la capa inferior de hielo. Sin embargo, los científicos desconocen sus posibles consecuencias. En Islandia, las erupciones volcánicas pueden derretir glaciares, provocando enormes deshielos llamados jökulhlaups, mas en la Antártida el hielo tiene más de 1km de grosor.
El verdadero misterio para los investigadores es averiguar cómo es que existen éste y los demás volcanes en la Antártida. El continente está dividido por los Montes Transantárticos, una enorme cordillera que se extiende una distancia equivalente a la que existe entre Texas y Canadá. Si bien una rajada en la corteza podría explicar los múltiples volcanes, muchos de ellos no siguen un patrón común. Quizás la actividad volcánica en la Antártida sea única en la Tierra.