Dic 27: Continúa la expedición por la Antártida, el diario de una exploradora
Las horas de guardia del Marinero Segundo Daniel Cantor, motorista de la División de Propulsión a bordo del ARC 20 de Julio son cortas pero intensas.
?Son cuatro horas de guardia y luego ocho de descanso?, dice una tarde durante el inicio del descanso, cuando abren la Cantina y muchos marineros se agolpan a comprar paquetes de papas, gaseosa y paletas. Estamos volando a toda marcha hacia Valparaíso, con mares encabritados. Las olas son tan empinadas que dejan a veces huecos de aire bajo el casco, y sentimos los golpes del metal cuando cae de nuevo sobre el agua. ?Cada hora pasamos un monitoreo visual al equipo del cuarto de máquinas, verificando temperaturas, presiones, niveles de aceite y de agua en todas y cada una de las máquinas del cuarto, asegurándonos que estén dentro de los niveles normales?.
Eso significa anotar cuidadosamente columna tras columna de números en una planilla, y acercarse a las válvulas, ventanillas y mirillas de los tanques de combustible diésel diario, los tres inmensos generadores más el de emergencia, los compresores de aire para el sistema de arranque de los motores, las bombas de enfriamiento, lastre y achique, y las de transferencia de fluidos de combustible y lubricante.
?Es chévere ser la primera tripulación que va a la Antártida. Es un desafío. Nosotros como ingenieros nos vemos exigidos al máximo ya que la maquinaria nunca se ha visto sometida a condiciones como las que está entrando, y temperaturas bajas. Pero nos hemos ido adaptando y es un esfuerzo que hay que hacer?.

