Un cambio minúsculo en el campo magnético de la Tierra tuvo consecuencias letales para las condiciones climáticas en el planeta.
El Apocalipsis ya pasó. Después de años de tranquilidad y efervescencia de una amplia diversidad biológica, el planeta cambió las condiciones climáticas repentinamente. Hace 42 mil años, la mayor parte de las formas de vida en la Tierra fueron erradicadas: plantas y animales prehistóricos se perdieron para siempre, por un cambio en el campo magnético del planeta. Ésta fue la razón.
Un cambio minúsculo de consecuencias titánicas

De acuerdo con un estudio reciente publicado en Science, un cambio minúsculo en el comportamiento del Sol provocó una debacle ecológica sobre nuestro planeta. La catástrofe está ligada a una inversión en los polos magnéticos de la Tierra. Después de este fenómeno geomagnético, las condiciones de vida tomaron una dirección diferente.
A consecuencia de esta inversión, se desencadenaron una serie de catástrofes dramáticas sobre la faz del planeta. La capa de ozono se destruyó. Hubo tormentas eléctricas que terminaron con los ecosistemas en los trópicos. Las capas de hielo en los polos aumentaron significativamente. Pocos vivieron para contarlo.
Ésta es una de las explicaciones que da la comunidad científica sobre la última extinción masiva de la Tierra. Según esta teoría, tanto neandertales como animales y plantas prehistóricas se extinguieron sin remedio. Por su parte, los primates buscaron protección en las cuevas. Sólo algunos pudieron seguir con su camino evolutivo.
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“Son como la Piedra Rosetta”

Para profundizar en lo que pudo haber pasado en ese entonces, un equipo de científicos viajó a Nueva Zelanda. El objetivo era sencillo: analizar los antiguos árboles kauri, que se habían conservado en turberas y otros sedimentos durante más de 40.000 años. Al ver sus anillos de crecimiento, pudieron mapear cómo era la atmósfera terrestre en ese entonces.
Con respecto a los hallazgos en la anatomía de los árboles milenarios, Alan Cooper, quien codirige este proyecto de investigación, señaló lo siguiente:
“Los árboles kauri son como la Piedra Rosetta, y nos ayudan a unir los registros de cambios ambientales en cuevas, núcleos de hielo y turberas de todo el mundo”
Con esta información, Cooper y su equipo cayeron en la cuenta de que los cinturones de lluvia del Pacífico tropical y los vientos del oeste del Océano Austral cambiaron simultáneamente. Las condiciones climáticas cambiaron de manera radical: las zonas tropicales se volvieron áridas, y los glaciares aumentaron su volumen arrasando con la fauna en los polos.
Sin escudo, sin campo magnético

Sin la capa de ozono, la Tierra se quedó sin un escudo natural para protegerse de la radiación del Sol. Por esta razón, muchas partículas penetrantes del espacio podrían acceder a la parte superior de la atmósfera. Además, la actividad solar fue particularmente nefasta para las formas de vida en el planeta en ese tiempo.
Según la investigación de Cooper, estos cambios drásticos llevaron a los seres humanos primitivos a buscar refugio en lugares cerrados. Esto coincide con el florecimiento repentino de las representaciones rupestres en las paredes de las cuevas, justamente hace 42 mil años. Se sabe, también, que con el cambio en el campo magnético, los antiguos pobladores vieron auroras boreales impresionantes. El cosmos quita, el cosmos da.
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