Dos nuevas especies de pseudoscorpiones han sido descubiertas dentro de una cueva en el Gran Cañón del Colorado
Dos nuevas especies de pseudoscorpiones han sido descubiertas dentro de una cueva en el Gran Cañón del Colorado en Arizona, Estados Unidos. Las elusivas criaturas se adaptaron a su entorno oscuro, de tan sólo 76m de longitud, perdiendo los ojos. A diferencia de los escorpiones, estos arácnidos carecen de una cola con un aguijón venenoso. En cambio, utilizan sus pinzas ponzoñosas para inmovilizar a sus presas.
Científicos de la Universidad del Norte de Arizona y del Museo de Australia Occidental se encontraron por primera vez con los extraños animales durante expediciones realizadas entre 2005 y 2007. Les llevó varios años identificarlos como especies únicas. Tras una ardua investigación, concluyen que, a diferencia de otros pseudoscorpiones, uno de ellos tiene piernas más gruesas y un montículos en las pinzas, mientras que el otro presenta pinzas mucho más profundas.
Los arácnidos recibieron el nombre científico de Hesperochernes bradybaughii y Tuberochernes cohni, miden aproximadamente 3mm de longitud y se alimentan de pequeños invertebrados.
Al igual que otros pseudoscorpiones, no solo utilizan sus pinzas para cazar, sino para sujetarse a otros animales como pájaros, mamíferos e incluso otros insectos para ser transportados largas distancias y encontrar nuevas parejas. De esta manera, logran dispersar mejor sus genes. Aprovechan el viaje para librar a sus anfitriones de parásitos como los ácaros.
Las dos nuevas especies han sido descritas en Journal of Arachnology.

