La combinación de una buena preparación y mucha suerte
El huracán más fuerte reportado en el hemisferio occidental golpeo las costas pacificas de México el fin de semana pasado, y a pesar de amenazar a varias áreas densamente pobladas con vientos de 321 km/h, la tasa de mortalidad es de sólo seis individuos.
Habiendo atravesado las aguas cálidas del océano Pacífico, el huracán Patricia escalo a categoría 5 realizando un amenazador avance en línea recta hacia la costa de nuestro país el viernes pasado. Pero sólo 12 horas después de tocar tierra, Patricia perdió fuerza, con reportes que para las 4 p.m. del sábado, ya ni siquiera calificaba como tormenta tropical.
Entonces, ¿qué sucedió? Pudimos ser testigos de como décadas de investigación para predecir el comportamiento de huracanes ha permitido a las autoridades y población mexicana lidiar con la amenaza del huracán Patricia mejor de lo que se hubiera esperado. Por ejemplo, un tifón de proporciones similares azotó a Las Filipinas en 2013 resultando en el fallecimiento de más de 6,300 personas.
¿Así que cómo México evitó una tasa de mortalidad tan alta durante éste desastre? Los expertos lo han atribuido a una excelente preparación y al inusual, pero fortuito, comportamiento de la tormenta.
Con antecedentes como el Terremoto del 85, con una tasa de mortalidad que oscila entre los 10,000 y 30,000 individuos y la más reciente combinación de la Tormenta Tropical Manuel y el Huracán Ingrid en 2013, que mató al menos a 120 personas, el presidente mexicano Enrique Peña Nieto ha declarado que ?Cada uno de estos episodios nos ha permitido mejorar nuestros sistemas de protección civil.?
Una de las razones de las baja cifra de muertes fue que los ciudadanos tomaron las alertas de las autoridades muy enserio, con la evacuación de miles de residentes y la apertura de más de 1,200 refugios temporales siendo establecidos en áreas seguras en respuesta a las advertencias emitidas por los medios y las autoridades.
La otra razón – que estaba completamente fuera del alcance humano – que Patricia no sólo perdió mucha fuerza al acercarse a las costas mexicanas, sino que desvío su curso de áreas densamente pobladas ? como Puerto Vallarta (250,000 habitantes) y Manzanillo (150,000) ? para tocar tierra en un eco-hotel cerca de Cuixmala, Jalisco, el cuál está rodeado de una reserva natural. Además de que debido al veloz desarrollo del huracán, su longitud fue relativamente corta, midiendo sólo 24 kilómetros desde su centro.
No obstante, aunque pocas personas perdieron la vida, para quienes fueron afectados por la tormenta la devastación dejada tras el paso de Patricia es muy real. Las autoridades han reportado que entre 3,000 y 3,500 casas han sido dañadas o destruidas y más de 7,000 hectáreas de cultivos se han perdido, lo cuál le costará al gobierno y los locales millones de pesos.

