La crisis por la contaminación de los incendios forestales continua empeorando
Se trata de un desastre de salud en términos de la peligrosa contaminación del aire. Es un desastre ecológico en términos de las pérdida del hábitat de especies bajo amenaza como el orangután. Y es un desastre global en términos de la liberación de cantidades masivas de dióxido de carbono.
Decenas de miles de incendios han causado estragos en Indonesia éste año, principalmente en Sumatra, Papúa y la región del Kalimantan en Borneo.
Al menos 10 personas han muerto por enfermedades relacionadas con el humo y más de 500,000 casos de infecciones del tracto respiratorio se han registrado en dichas regiones desde inicios de julio de 2015.
Además, los incendios han emitido 1.6 gigatoneladas de CO2 hasta ahora, de acuerdo a las cifras globales de emisiones por incendios. Para poner la cifra en perspectiva, se ha estimado que el planeta completo debe emitir menos de 1000 gigatoneladas de dióxido de carbono del 2011 en adelante para evitar los peligrosos efectos del calentamiento global.
El CO2 de los incendios forestales normalmente es reabsorbido conforme las plantas vuelven a crecer. Pero éste no es el caso para Indonesia, porque el fuego también está quemando la turba que se ha acumulado durante miles de años, liberando el carbono enterrado. La turba es un material orgánico rico en carbono formado por la descomposición de la vegetación.
Imagen satelital de una columna de humo sobre Borneo, Indonesia en octubre 19 de 2015.
Además de causar problemas en la salud respiratoria, los incendios de turba liberan enromes cantidades de CO2 en la atmósfera. Desde enero de 2015, el 40% de los más de 126,000 incendios de Indonesia han sido de turba.
Los incendios forestales suceden cada año en Indonesia, pero arden con más fuerza cuando el fenómeno meteorológico de El Niño está presente, ya que la región se vuelve más seca.
Las razones por la tendencia a incendios forestales más grandes y dañinos varía, pero la cambiante relación entre las personas y el planeta es la mayor culpable. A nivel global, mientras que la quema de plantíos es una herramienta ancestral de la agricultura, la quema para preparar tierras de cultivo ha alcanzado escalas industriales; al este de Asia, los bosques están siendo quemados para transfórmalos en plantaciones de aceite de palma.
El cambio climático también está agravando la exposición al humo de los incendios forestales. En 2011, el Consejo Nacional de Investigación de E.U.A., estimó que por cada 1º C que se aumente en la temperatura global, el numero de acres que se queman al oeste de E.U.A. podría aumentar entre un 200 y 400 por ciento.
La semana pasada comenzó a llover en la isla de Borneo, y el número de incendios detectados se ha reducido sustancialmente, así que por ahora, lo peor puede haber pasado.