Las fuertes lluvias de los últimos dos días han provocado el desbordamiento de un rio, llevando a su paso casas y automóviles
Fuertes inundaciones y deslaves en el noroeste de Japón han forzado a más de 90,000 personas a abandonar sus casas en la ciudad de Joso, al norte de Tokio.
Tras el desbordamiento de río Kinugawa equipos de rescate en helicóptero han estado recolectando a personas de sus techos. Hasta ahora se desconoce el paradero de ocho personas y 100 más esperan a ser rescatadas.
El chubasco sucedió un día después de que la tormenta tropical Etau trajera vientos de hasta 125km/h. El jefe de la Agencia Meteorológica de Japón (JMA), Takuya Deshimaru, dijo que la lluvia no tiene precedentes para esa zona de Japón. Alertando de un peligro serie inminente debido a la anormal situación.
En promedio de 20 a 30 tormentas azotan Japón cada año. Esta es la número 18 del año por lo que a pesar de las fuertes lluvias experimentadas, resultó difícil para los expertos predecir el daño que causarían. El desbordamiento sorprendió incluso a experto, especialmente debido a las áreas generalizadas en donde sucedió.
Casas completas y automóviles fueron arrasados por la corriente, la inundación alcanzó una extensión de 8 kilómetros. En Togichi más de 500 milímetros de agua cayeron en 24 horas, duplicando la cantidad normal que cae durante todo septiembre.
Otras áreas del este y noroeste de Japón también han emitido alertas climatológicas, incluyendo a prefectura de Fukushima, hogar de la aún dañada planta nuclear afectada tras el terremoto y tsunami del 2011.
Existe cierta preocupación de que las este tipo de tormentas estén tomando más fuerza en los últimos años y se necesitará tener una mayor previsión para el futuro.