Investigadores rusos perforaron casi 4 km el hielo antártico y han alcanzado su superficie; podría contener microbios únicos
El lago subglacial Vostok, a 3,766 metros bajo el hielo del corazón de la Antártida, contiene aguas que se han mantenido aisladas durante más de 20 millones de años y que podrían albergar microbios adaptados a vivir en esas condiciones extremas.
El estudio se esos organismos (si existen), una vez que investigadores rusos perforaron y llegaron a su superficie, aportaría información en cuanto a la posibilidad de formas de vida similares en otros lugares del Sistema Solar, como Europa, la luna de Júpiter que se presume tiene océanos bajo su capa helada.
“Probablemente se trate del agua más pura y antigua del planeta. No tenemos pruebas directas, pero sí datos de que la superficie será estéril, aunque en el fondo del lago habrá formas de vida como termófilos y extremófilos (microrganismos que viven en condiciones extremas)”, ha señalado el líder de la Expedición Antártica Rusa, Valery Lukin.
El lago subglacial mide unos 250 kilómetros de largo y 50 de ancho, y la presencia allí o no de microrganismos dependería, de acuerdo con los científicos, de si la masa de agua se formó cuando la Antártida estaba ya helada o antes.
Sin embargo, habrá que esperar para saber qué hay allí abajo porque los investigadores no tomarán muestras del agua sino hasta diciembre de este año, pues el agua recuperada al concluir la perforación (debido a la presión brotaron entre 30 y 40 litros que se congelaron en el agujero de perforación, sellándolo) está contaminada con los productos químicos (lubricantes y anticongelantes) utilizados en la maniobra.
El temor de la comunidad científica a la contaminación detuvo durante años la perforación a unas decenas de metros de la superficie del lago, pero finalmente fue concluida.

