Para los machos de varias especies de marsupiales, la copulación significa la muerte
Imagina tener una sola oportunidad para procrear antes de morir. Por extraño que parezca, el sexo suicida es bastante común en la naturaleza. Ocurre cuando uno o ambos sexos de una especie mueren después de un único episodio de apareamiento. Para los machos de varias especies marsupiales, la copulación significa la muerte.
Las hormonas del estrés, disparadas durante la temporada de cría, provocan el colapso del sistema inmunológico de estos animales. Biólogos australianos de la Universidad de Queensland, la Universidad de Sydney y la Universidad de Tasmania, publicaron un estudio en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences tras hallar una explicación detrás de este extraño fenómeno.
Aproximadamente una quinta parte de las especies de marsupiales insectívoras conocidas en Australia presentan esta condición reproductiva. Los machos mueren a través de un mecanismo sincronizado de colapso inmunológico. Comprenden cuatro géneros: Antechinus (cuyas 14 especies son capaces de mantener relaciones sexuales de hasta 14 horas), Phascogale, Dasykaluta y Parantechinus.
Además un comportamiento sexual extremo, estos mamíferos poseen una extraña fisiología reproductiva. A los 11 meses de edad, dejan de producir esperma y sus testículos se desintegran. A partir de entonces, empieza a correr el tiempo, pues dependen únicamente de la reserva temporal de espermatozoides almacenada en su epidídimo. La frenética temporada de apareamiento dura sólo un par de semanas y los machos mueren antes de que nazcan las crías.
¿Cuál es el sentido de esto? La competencia de esperma. Los investigadores explican que los machos compiten con su esperma dentro de las hembras, en vez de competir por tener acceso a ellas. En este caso, la muerte maximiza sus posibilidades de reproducirse.

