El gobierno de Papúa-Nueva Guinea autorizó la concesión de la explotación minera submarina; China y Rusia también se apuntan.
Ante la sobreexplotación de las vetas minerales en el subsuelo continental, el fondo marino se vislumbra ahora como una rentable opción a usufructuar, y la primera acción de este tipo será la explotación de un yacimiento de oro y cobre a 1,600 metros de profundidad en aguas de Papúa-Nueva Guinea. Nautilus Minerals es la empresa ganadora de la primera concesión de explotación minera submarina en el mundo, después de pasar por varios años de prospecciones y estudios medioambientales. Comenzará con la explotación del yacimiento Solwara 1 en los próximos años.
El permiso de explotación minera del Gobierno de Papúa-Nueva Guinea concede a esa empresa el derecho exclusivo por 20 años durante los cuales podrá “importar y construir el equipo necesario, así como extraer, procesar y vender los minerales extraídos”.
Datos que debes saber:
Cindy Lee Van Dover, una prestigiosa científica, reconoce en un artículo de la revista Nature que trabaja para Nautilus, pues esto le ha permitido avanzar en sus investigaciones; sin embargo, para ella es importante retrasar la explotación comercial en aguas internacionales en aras de crear un marco conservacionista legal.
De acuerdo con la científica su trabajo le permite conocer mejor el fondo marino, al tiempo que apoya la elaboración de los planes de gestión medioambiental de las explotaciones mineras de esta empresa.
“Como parte de sus planes de mitigación, Nautilus Minerals ha delimitado una zona de reserva temporal de un tamaño y características parecidos a Solwara 1, la cual serviría como fuente para la repoblación de la zona minera [cuando se cierre la mina]”.

