En los bosques del Parque Nacional Niokolo-Koba de Senegal, investigadores se asombraron por lo rápido que una especie de monos adaptó su comportamiento a un nuevo sonido.
Julia Fisher y su equipo de investigación volaron drones sobre una comunidad de monos verdes (Chlorocebus sabaeus) en el Parque Nacional, para observar cómo se comportaban con un nuevo objeto volador en su entorno.
Respondieron al instante, haciendo llamadas de alarma para advertir a los demás de la posibilidad de una nueva amenaza.

Los resultados sugieren una respuesta a la percepción de una amenaza aérea y al uso de esa llamada específica.
Los monos se adaptaron tan rápidamente al nuevo ruido que comenzaron a buscar en el cielo y hacer llamados incluso cuando percibían un sonido del dron desde el suelo.
Nunca se vio a los monos emitir llamadas de alarma a las aves de presa, lo que sugiere que las aves que suelen ver no se consideran una amenaza. Los drones, sin embargo, parecían ser percibidos como peligrosos.
“Es ciertamente desconcertante, impredecible, algo que no han visto antes, así que tiene sentido alertar a todos”, dice Fisher.
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Dentro del hábitat de los monos
Resultó sorprendente la rapidez con que los monos parecían aprender a alertar a sus compañeros sobre la presencia de los drones.
“Los oyentes son inteligentes. Es casi imposible conseguir que un mono en un laboratorio realice una tarea de audio”.
No está claro por qué tal aprendizaje es más difícil en un entorno de laboratorio.
El estudio involucró un año de trabajo de campo, en el cual se voló el drone a unos 60 metros sobre los monos.

La investigación tuvo algunos incidentes. Fisher tuvo que esconderse dentro de un disfraz hecho de hojas de palmera después de que un babuino —el cual se sabe ataca a los leopardos— corriera para atacar a un modelo de leopardo que estaba sosteniendo.
Los monos Vervet (Chlorocebus pygerythrus) de África, que están relacionados con los monos verdes, han sido estudiados de cerca por las diferentes llamadas que hacen en respuesta sus depredadores, como las pitones, leopardos, babuinos y águilas marciales.
La expectativa para el estudio del mono verde era que permanecerían en silencio, propondrían una nueva llamada de alarma o copiarían la llamada del mono Vervet. La apuesta de Fisher fue este último, y se probó que tenía razón.
“Esto nos enseña acerca de lo diferente que es su sistema de comunicación vocal del nuestro”.
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