Las osas cantábricas con crías no hibernan. Es el resultado de una investigación basada en el seguimiento de osas con crías, del este de la Cordillera Cantábrica esto a partir de las huellas y rastros y se observó que había animales de este tipo activos durante todo el invierno.
Siempre nos han dicho que los osos pardos hibernan durante la estación fría esto a pesar de que en el siglo XVI se escribió el Libro de la Montería del rey Alfonso XI, allí se dice que no todas las osas que tienen crías dormían el invierno, casi 5 siglos después nuevas observaciones demuestren este acontecimiento en dos poblaciones de la Cordillera Cantábrica. Carlos Nores, es investigador en el Instituto de Recursos Naturales y Ordenación del Territorio (INDUROT) de la Universidad de Oviedo (UNIOVI) y vicepresidente de la Fundación Oso Pardo y en la revista Acta Theriologica publica un estudio en el que destaca que: “Durante el seguimiento de osas con crías, que en el este de la Cordillera Cantábrica se ha hecho a partir de las huellas y rastros, vimos que había animales activos durante todo el invierno”. Después de recopilar el seguimiento de las osas con crías en el periodo de diciembre a marzo y durante los años de 1998 -2007, el investigador apunta: “El recuento invernal de huellas permitió constatar que las osas con crías de 11 a 14 meses presentan signos de actividad continuada, también lo hacen las crías de dos años edad que se acaban de emancipar, aunque se encuevaban con más frecuencia que cuando estaban en el grupo familiar”, Durante el periodo de observación los científicos comprobaron que los siete grupos familiares de ambas poblaciones de osos no dejaron de comer o defecar y esto es evidencia de que en ningún momento entraron a la fase fisiológica de hibernación. Los investigadores hacen énfasis en que la no-hibernación que se observó en la Cordillera Cantábrica “no se asocia con la crudeza de las condiciones climáticas cuando las nevadas están por encima o por debajo de la media”. Por otra parte los otros osos de más de dos años de edad, incluidas las hembras sin crías, presentaron una reducción importante de actividad entre enero y febrero que corresponde con la hibernación previsible. En conclusión: sin crías sí hay hibernación para el oso pardo cantábrico.