Científicos franceses detectan deterioro avanzado debido a un invierno estratosférico; adelgazó a 40%
El Centro Nacional de Investigaciones Científicas (CNRS) de Francia alertó que a finales del mes pasado el adelgazamiento de la capa que protege a la Tierra de los rayos ultravioleta fue de 40% en una zona muy extensa del Polo Norte. Lo atribuye a un invierno estratosférico muy frío y persistente, el cual ha ocasionado una importante destrucción de ozono que se ha prolongado hasta la primavera. La Agencia Espacial Europea detalló que este ‘récord’ en la disminución se debe a fuertes vientos conocidos como ‘vórtice polar’, que aísla la masa atmosférica e impide que se mezcle con aire procedente de latitudes medias, una situación de frías temperaturas que es recurrente cada invierno en la Antártida, el continente en que se ubica el Polo Sur, pero es inusual en el Norte, donde la temperatura es más elevada y las condiciones meteorológicas más variables.
La destrucción de la capa de ozono está ligada a la presencia en la atmósfera de diversos gases, emitidos por los aerosoles, ricos en cloro y bromo, que permanecen durante años en ella. A 80° bajo cero esos gases se vuelven nocivos para el ozono, situación que es recurrente en la Antártica debido a que cada invierno las temperaturas son extremadamente bajas.
Los científicos franceses trabajan en determinar cómo evolucionará este fenómeno en el Polo Norte cuando las masas de aire pobre en ozono se desplacen una vez que suban las temperaturas conforme avance la primavera, y no descartan que una destrucción similar se repita si vuelven a presentarse inviernos excepcionalmente fríos.
La firma del Protocolo de Montreal en 1987, que limita el uso de aerosoles, frenó el deterioro en la capa de ozono, sin embargo se estima que será hasta los años 2045-2060 cuando se recuperen los niveles que había en 1980, cuando fue observado por primera vez en la Antártida.

