La contaminación llega a niveles cada vez más irreversibles. Según un reciente estudio, organismos como el plancton pueden crecer en el plástico que cubre los mares, y causar estragos en la fauna marina y —por lo tanto— en los humanos: provocando un nuevo problema ambiental.
De acuerdo a la investigación del Instituto Leibniz de Ecología de Aguas Dulces y Pesca Interior (IGB) en Alemania, un artículo de plástico que pesa un gramo, flotando en el mar, puede albergar más organismos vivos que mil litros de agua de mar.
“Los microplásticos pueden representar un medio importante de hábitat y transporte para los microorganismos”, explicó la autora Maria Therese Kettner, autora principal del estudio.
Los ejemplos de tales organismos estudiados incluyen especies de plancton que, a diferencia de las bacterias y los virus, son unicelulares. La Pfiesteria piscicida, una especie de plancton potencialmente tóxica prefiere colonizar estas partículas de plástico.
El experimento incluyó la incubación de partículas plásticas de polietileno y poliestireno, de unos pocos milímetros de tamaño, con microfauna natural en diferentes zonas en el Mar Báltico, el río Warnow y una planta de tratamiento de aguas residuales.
Luego, los científicos utilizaron el análisis de secuencia para investigar las comunidades alrededor de los microplásticos. Unas 500 especies diferentes estaban presentes en las diminutas partículas.
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Un efecto casi irremediable
Pfiesteria piscicida significa “asesino de peces”. Después de todo, este plancton puede dañar la piel de los peces al producir toxinas. La producción en masa de estas toxinas puede representar una seria amenaza tanto para la salud animal como la humana.
“A diferencia de las sustancias naturales como la madera o las colonias de algas, las partículas microplásticas se descomponen extremadamente lento, por lo que pueden transportar a los organismos en largas distancias“, mencionó Hans-Peter Grossart, investigador del IGB.

El plástico flotante puede desempeñar un papel en la dispersión de varios microorganismos, incluidas especies invasivas, parasitarias y patógenas. Sin embargo, las comunidades en partículas microplásticas a menudo cambian cuando viajan y se adaptan a su nuevo entorno.
Así que la dispersión del Pfiesteria piscicida por los mares del mundo y su adaptación a distintos ecosistemas dañaría a varias especies marinas, las cuales son parte de la dieta de especies terrestres, incluyendo a los humanos. Esto representaría una problema ambiental mundial, pues se sumaría al enorme daño que los desechos plásticos ya causan a la fauna marina.
El siguiente paso en la investigación será encontrar posibles soluciones a largo plazo para evitar la propagación del plancton y así evitar una catástrofe ambiental.
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