Científicos franceses presentan una investigación de la utricularia carnívora; sobre ella creen que podría ser ejemplo de funcionalidad para la ingeniería mecánica.
La ingeniería mecánica podría beneficiarse de una investigación donde se muestra cómo la planta de agua dulce denominada utricularia carnívora, utiliza una trampa de succión para capturar a sus víctimas y luego las digiere lentamente. ¿Cuál es el beneficio de esta observación para esa disciplina?
“La liberación de energía elástica almacenada en las paredes del cepo crea un torbellino de aspiración, con aceleraciones que llegan hasta los 600 gramos”; es decir, 30 veces superior a un golpe de 20 gramos, el máximo que es capaz de soportar el ser humano, explican los científicos del Centre National de la Recherche Scientifique (CNRS).
El insecto, que todavía se mueve en el interior, morirá disuelto por las enzimas liberadas por la planta a fin de absorber los nutrientes del animal que ha conseguido gracias a su implacable mecanismo.
Para entender el letal proceso, los científicos inmersos en el proyecto han necesitado utilizar cámaras de una sensibilidad extrema, capaces de ralentizar la secuencia hasta 240 veces para demostrar que la velocidad a la cual actúan las utricularias es mayor de lo que se pensaba hasta ahora y ello la convierte en ‘la trampa acuática más rápida que se conoce’, según el CNRS.
La investigadora Philippe Marmottant, de la Universidad de Grenoble, sustentó que la planta podría proporcionar ideas para diseñar dispositivos médicos miniatura capaces de realizar pruebas de diagnóstico en la sangre.
La trampa de succión que usa la utricularia es mucho más rápida y eficiente de lo que los científicos creían. Le basta sólo una milésima de segundo para abrir y cerrar. “Tiene una especie de puerta, que actúa como una válvula flexible”.
Esa especie de válvula la posibilitan glándulas en la planta que bombean agua continuamente creando un vacío en el interior de una bolsa pequeña.