Ahora, un grupo de genetistas han descubierto en estos cocodrilos las pruebas de lo que puede ser la evolución a una nueva especie.
Los cocodrilos enanos de las cuevas de Abanda, en Gabón, fueron descubiertos en 2008. Ahora, un grupo de genetistas han descubierto en estos cocodrilos las pruebas de lo que puede ser la evolución a una nueva especie.
Los cocodrilos anaranjados
Esta especie de reptiles enanos vive en el interior de las cuevas, un lugar cálido y muy obscuro, donde la superficie está llena de excremento de murciélago. La alimentación de esta especie se basa en grillos y murciélagos, pero esto no es lo que provoca su rara apariencia, según el herpetólogo Matthew Shirley, su colorido es consecuencia del contacto con el guano de murciélago, que tiene altas concentraciones de urea, un compuesto rico en nitrógeno, que al mezclarse en agua con pH muy básico broncea la piel de los reptiles.
Hacia una nueva especie
Shirley y el espeleólogo Oliver Testa realizaron una investigación genética de los cocodrilos y las consecuencias de vivir en cuevas. Descubrieron que aunque los cocodrilos enanos son una especie que vive en varias partes de Gabón, los que se encuentran en las cuevas han desarrollado una firma genética distinta.
Cuando se compararon las muestras de sangre de los que habitaban fuera y dentro de las cuevas, notaron que sus secuencias de ADN eran distintas.

