La presencia de más de dos ojos en seres vertebrados es casi nula, pero investigaciones recientes han encontrado el fósil de un lagarto con cuatro ojos.
La presencia de más de dos ojos en seres vertebrados es casi nula, pero investigaciones recientes han encontrado el fósil de un lagarto con cuatro ojos.
La investigación, publicada en la revista científica Current Biology, demostró que el tercer y cuarto ojo desempeñaban papeles clave para la orientación y la regulación del ciclo circadiano.
Los restos del fósil del lagarto monitor (Saniwa ensidens) son la primera evidencia de que una especie de vertebrado con mandíbula cumplía con estas características. Otros animales, como anfibios y algunas especies marinas cuentan con un tercer ojo, pero solo se había encontrado un cuarto ojo en un tipo de pez llamado lamprea.
Los restos del lagarto indican que este animal de cuatro ojos vivió hace 49 millones de años, aproximadamente, y gracias a esta evidencia se han empezado a plantear las primeras teorías sobre la historia progresiva de especies con un tercer y cuarto ojo.