La temporada en el Atlántico podría comenzar en 2013, aunque especialistas no descartan que suceda este año
Los superhuracanes del Atlántico, aquellos de categoría 5 en la escala de Saffir-Simpson, registran velocidades por arriba de los 250 kilómetros por hora.
Aunque después de Katrina en 2005 los modelos indicaban una tendencia al aumento en el número de ellos, no ha sido así. El último de estos poderosos fenómenos fue Félix, registrado en 2007.
Sin embargo, científicos del Instituto de Geofísica y del Centro de Ciencias y Desarrollo Tecnológico de la UNAM han descubierto que no se desarrollan de forma aleatoria, sino que tienen zonas geográficas definidas, y también periodicidad.
Al estudiar la batimetría y geografía del océano Atlántico mediante imágenes tridimensionales, han encontrado su ‘cuna’ e identificado las condiciones para su formación. Se trata de áreas de aguas profundas, donde hay grandes albercas termales, que se localizan, preferentemente, en el noreste de México, en el Caribe, América central, así como en el sureste de Estados Unidos.
Saber esto ha permitido a los investigadores desarrollar un sistema de pronóstico de superhuracanes único en el mundo, pues no sólo toma en cuenta las variables atmosféricas, como la mayoría de los modelos, sino también las oceánicas y la situación geográfica. “Estas condiciones explican por qué después de Félix no ha habido un solo superhuracán: no se conjuntaron las tres condiciones”, explica Víctor Manuel Velasco Herrera, del Departamento de Ciencias Espaciales del Instituto de Geofísica.
Con base en sus estudios, los expertos han expuesto que la temporada en el Atlántico podría comenzar en 2013; sin embargo, habría una posibilidad de que se adelante en 2012. El periodo se extendería posiblemente hasta 2018, lapso en el que podrían registrarse de cuatro a seis superhuracanes, uno por año, aproximadamente, para después disminuir la actividad e iniciar un nuevo ciclo en la década de los 20.