Un estudio de más de 1.3 millones de personas demuestra una relación entre las mordidas de gato y la depresión
Investigadores de la Universidad de Michigan (EE.UU.) hallaron una extraña relación entre la depresión y las mordidas de gato. Tras analizar los registros médicos de 1.3 millones de personas a lo largo de 10 años, encontraron que más del 41% de los pacientes que habían ingresado al hospital a causa de mordidas posteriormente también recibieron tratamiento para la depresión.
Curiosamente, el 86% de los pacientes que sufrieron depresión tras ser mordidos fueron mujeres, por lo que los científicos concluyen que si eres mujer y fuiste mordida por un gato, tienes una probabilidad del 50% de caer en una depresión. El estudio, liderado por el Dr. David Hanauer, fue publicado en la revista científica PLOS ONE.
Los investigadores aún desconocen la razón detrás de esta peculiar relación. Una teoría sugiere que las personas con tendencias depresivas son más propensas a tener gatos, ya que las mascotas suelen proveer compañerismo y mejorar el ánimo. Otra hipótesis indica que los gatos se vuelven más proclives a morder a causa de la actitud de las personas deprimidas, ya que como muchos otros animales, responden a ciertos comportamientos humanos.
No obstante, la explicación más probable es que las personas que viven con gatos corren un mayor riesgo de ser infectados con Toxoplasma gondil; un parásito que habita en el estómago de los felinos y se propaga a través de sus heces. Estudios pasados a cargo de la Universidad de Lund en Suecia ya habían establecido una conexión entre el protozoo y el índice de suicidios. Se cree que al ser infectado, el cerebro libera citoquinas inflamatorias, las cuales pueden provocar depresión.
Si bien aún no se ha establecido una relación causa-efecto clara entre las mordidas de gato y la depresión, los investigadores sugieren que sería prudente evaluar a las personas que acuden al hospital con mordidas para detectar síntomas de depresión, especialmente si son mujeres.

