Respuesta corta: nada bueno.
Seamos realistas, hacer ejercicio regularmente es difícil. La mayoría de la gente jamás se vuelve adicta a la gimnasia, ni se obsesiona con correr en maratones. E incluso aquellos que lo hacen podría terminar renunciando al ejercicio en algún momento de sus vidas, cuando las circunstancias cambian, si se lesionan, o tal vez simplemente pasan a ser tan vagos como el resto de nosotros.
No es raro ver a los atletas fuera de forma rapidamente, una vez que se han retirado de los deportes profesionales. El efecto se conoce como ‘desentrenamiento’, y puede causar una serie de cambios fisiológicos en el cuerpo de una persona.
Cuando de repente dejas la rutina de ejercicio, el cuerpo repentinamente deja de hacer un montón de cosas beneficiosas. El científico cardiovascular Andreas Bergdahl, afirma que el entrenamiento de resistencia regular, como correr, aumenta la capacidad del corazón para bombear la sangre a todo el cuerpo, así como la capacidad de nuestros vasos sanguíneos para transportarlo, y la cantidad de capilares que tenemos incrementa. También aumenta el tamaño y el número de nuestras mitocondrias, que son la "planta de energía" de las células. Todo esto conduce a un uso más eficiente de los nutrientes y el oxígeno en el cuerpo.

