¿Cómo lo logran?
Las aves son capaces de navegar miles de kilómetros a exactamente el mismo lugar año tras año, gracias a su capacidad para percibir los campos magnéticos de la Tierra, una sensación conocida como magnetorrecepción.
Investigadores han demostrado que los ojos de los perros, algunos primates y osos contienen la misma molécula que es responsable de la magnetorrecepción, conocida como criptocromo 1a, y es parte del grupo de moléculas sensibles a la luz que ayudan a las bacterias, plantas y mamíferos a sus ritmos circadianos .
Aunque se cree que algunos mamíferos, como los murciélagos y las ratas topo, detectan los campos magnéticos hasta ahora, nadie había estudiado la presencia de croptocromo en los mamíferos.
Un equipo de científicos dirigido del Instituto Max Planck, en Alemania, ha demostrado por primera vez que el criptocromo 1ª está presente en la retina de los carnívoros como los perros , lobos, osos, zorros y tejones.
También estaba presente en las retinas de determinados primates, incluyendo los orangutanes y algunas especies de macacos.

