Este efecto logra aumentar el impacto visual o emocional de cualquier acción; fue inventado en 1904
El efecto de la cámara lenta (slow motion) eleva el impacto visual o emocional a cualquier escena. Nos permite disfrutar los detalles al retrasar la acción. Es un respiro profundo en un acto que por lo general nos pasa desapercibido.
Pero este método no es un invento nuevo. El austriaco August Musger lo creó en 1904. ¿Cómo se logra? Rodando una escena con un número de fotogramas por segundo (fps) superior a la velocidad de proyección. Al pasar el registro con un número de fps normal, la escena, más larga, da la impresión de desarrollarse muy despacio.
El cine es un arte que aprovecha esta herramienta, en las escenas de acción, románticas, suspenso o combate, o la televisión en retransmisiones deportivas para observar una acción (una jugada dudosa en el futbol, un acto sorprendente ), la publicidad o incluso las aplicaciones científicas (por ejemplo en balística, o para estudiar fenómenos naturales).
El bullet time o ‘efecto bala’, por su parte, es una técnica derivada de la cámara lenta. Es más compleja y consiste en la extremada ralentización del tiempo para permitir ver movimientos o sucesos muy veloces (como el recorrido de un proyectil). También es usado para crear efectos dramáticos, como en la película Mátrix.
La aceleración, time lapse, es la técnica opuesta; permite aumentar, también de manera artificial, la velocidad de una acción o precipitar movimientos.

